Pwc considera que la guerra de Ucrania y la inflación agudizan la incertidumbre de la banca
En el informe, "Unión Bancaria, un clima de cambio", elaborado por la propia consultora analiza las claves para la recuperación económica después de la crisis en suelo ucraniano, la pandemia o la inflación
El presidente de PwC España, Gonzalo Sánchez, junto a Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, han presentado el informe “Unión Bancaria, un clima de cambio” en el que considera a los bancos una pieza indispensable para la recuperación económica a causa del conflicto de Ucrania y la inflación.
Estos dos aspectos han agudizado la incertidumbre que vive el sector financiero y que tiene la atención puesta en el riesgo de crédito y una posible evolución de la morosidad. Gonzalo Sánchez destacó los efectos que está provocando el conflicto bélico, tanto a nivel humanitario como económico y que trasciendo a empresas.
“Tanto el sistema financiero como las instituciones han sabido responder al reto ejerciendo un rol clave de soporte a la economía española con las moratorias y el mantenimiento de una política prudente sin un cierre abrupto del crédito. En estos momentos de incertidumbre, las entidades financieras son una parte importante y necesaria de la solución”, subrayó Sánchez.
La incertidumbre económica por el conflicto de Ucrania
Respecto a la inflación, podría frenar el crecimiento económico, lo que hace que no se pueda descartar un incremento a medio plazo del coste del crédito y de morosidad, sectores como el de transporte se verían afectados.
Del mismo modo, la crisis también puede retrasar las expectativas de una subida de los tipos de interés oficiales en la zona euro, que supondrían una inyección a las cuentas de las entidades financieras. A esto hay que sumar el control que deben de hacer los bancos sobre el cumplimiento de las sanciones impuestas por la Comisión Europea a Rusia y Bielorrusia.
«Hemos pasado de un contexto en 2019 de crecimiento moderado, pero de entorno estable y más bien predecible; a otro de mucha mayor debilidad e incertidumbre económica»
Gonzálo Sánchez, presidente de PwC España en referencia al conflicto ucraniano
Respecto a la guerra de Ucrania, Gonzalo Sánchez señaló que “hemos pasado de un contexto en 2019 de crecimiento moderado, pero de entorno estable y más bien predecible; a otro completamente distinto, de mucha mayor debilidad e incertidumbre económica, especialmente, para algunos sectores concretos en los que la pandemia y la crisis de Ucrania han impactado de una forma más brusca, como el turismo, el transporte o el comercio”.
En el informe mencionado, hace un análisis del impacto de la pandemia en el sector financiero y concluye que los efectos del coronavirus están siendo limitados. El documento analiza el papel de las autoridades europeas, que han conseguido desbaratar el paradigma de la crisis financiera entre 2008 y 2013 y permitir que las empresas se recuperen del colapso sanitario, social y económico.
Sostenibilidad y criptoactivos, ejes centrales
El informe en cuestión gira en torno a temas como la sostenibilidad, los criptoactivos, el bloqueo de capitales y la presión regulatoria.
En primer lugar, respecto a la sostenibilidad, la sitúan como uno de los grandes retos de la banca. Las entidades financieras deben adoptar cuando antes criterios medioambientales, sociales y de gobernanzas (ESG) ante la presión regulatoria y supervisora que están sufriendo.
En este aspecto, la Comisión Europea promueve la integración acelerada de los factores y riesgos ESG en todos los procesos de regulación y en la gestión de riesgos de los bancos.
Respecto al Mecanismo Único de Supervisión (MUS) también ha apuntado la falta de progresos en materias como la identificación de los riesgos medioambientales a través de indicadores clave. Y el propio supervisor europeo está realizando en 2022 una prueba de resistencia climática, de carácter experimental.
Ante la presión regulatoria y supervisora las entidades financieras deben adoptar cuanto antes criterios ESG
En cuanto a la irrupción de los criptoactivos están suponiendo una nueva dinámica de negocio en los mercados financieros. Poco a poco se están afianzando como un nicho de rentabilidad para el sector pese a las discrepancias iniciales que hubo en un primer momento. Los bancos tradicionales, ante la falta de reglas, observan la inversión en criptoactivos con creciente interés por sus elevados beneficios y la demanda detectada.
Por último, la presión reguladora y supervisora se mantuvo sin grandes cambios durante 2021 a raíz de la pandemia. Las autoridades han optado por pausar su actividad normativa para que las entidades financieras puedan afrontar con tranquilidad los nuevos retos que se les presentan.
Desde el punto de vista de los requerimientos de capital, la principal amenaza (la aplicación de los criterios de Basilea para restringir el uso de modelos internos en el cálculo de los activos ponderados por riesgo) ha quedado diluida en el tiempo, y en todo caso tiene muy poco impacto en las entidades financieras españolas.
En el horizonte se vislumbran movimientos significativos para integrar los riesgos climáticos en la estrategia de las entidades financieras, pero eso todavía tardará un tiempo en concretarse.