Pullmantur despedirá a la mayoría de la plantilla y evitará de momento la liquidación

La compañía escribe su capítulo final y llega a un principio de acuerdo con la plantilla, que debe ratificarse el lunes

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La mesa de negociación entre Pullmantur y sus trabajadores ha vivido este viernes el último capítulo, tras varios vaivenes y retrasos por motivos judiciales para que el gigante estadounidense Royal Caribbean se sentara a negociar

De acuerdo a fuentes de la reunión, la empresa despedirá a la mayoría de su plantilla, formada por más de 300 empleados, y no irá a liquidación de momento.

La decisión llega tras meses de negociación con el administrador Data Concursal, quien se hizo cargo de la empresa desde que se presentara concurso voluntario para las tres sociedades españolas de Pullmantur y sus cinco mercantiles maltesas.

Principio de acuerdo en el último momento

Las negociaciones han sido muy intensas. La última reunión se celebró durante la tarde de ayer, jueves, y se cerró sin acuerdo por la noche.

Las partes se volvieron a reunir este viernes, en una cita que finalmente sí ha fructiferado en un principio de acuerdo, que deberá ser ratificado el lunes, según fuentes cercanas al administrador concursal. Pero fuentes cercanas a los trabajadores todavía se muestran cautas y niegan que el acuerdo esté cerrado.

Hasta esta semana, la mayor duda que quedaba por resolver era cuántos de los empleados de Pullmantur se salvarían del Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Las fuentes consultadas confirman que será una parte muy importante de la plantilla, concretamente más de la mitad. Pero se ha conseguido que no sean todos los empleados, como se especuló durante meses. Fuentes cercanas a la plantilla, sin embargo, dicen que el ajuste será mucho más fuerte y que solo se quedarán 16 empleados en la empresa.

Desde la empresa no renuncian incluso al regreso de parte de los trabajadores despedidos. Insisten que siguen en contacto con posibles inversores para poder reflotar la compañía.

Sobre las condiciones de salida, la última oferta de la empresa ha sido la de pagar 30 días por año trabajado, con un límite de 12 meses.

Los trabajadores saldrán la compañía de manera progresiva y el abono se hará de forma inmediata, pero solo en una parte. El resto se abonará antes de que transcurran 6 meses de la ejecución del ERE.

Las mismas voces dicen que los trabajadores no aceptaban la oferta de la compañía hasta ayer. Varios de ellos se reunieron durante la tarde del jueves en un pequeño acto de protesta en Madrid.

«Se acuerda que los trabajadores que salgan tendrán preferencia absoluta para regresar a la compañía, en el caso de que Pullmantur se reflote finalmente. En este sentido, los contactos con los inversores siguen manteniéndose, en aras de lograr la viabilidad de la compañía», explican fuentes de la compañía a Economía Digital.

Meses de incertidumbre

Los representantes de la empresa siempre deslizaron que era posible salvar parte de la plantilla. Su idea era eliminar toda la división de marketing y mantenerse con un equipo reducido de ventas durante los meses posteriores a la reestructuración.

El consejero delegado Richard Vogel defendió que su intención era volver a prestar servicio en el momento en el que la crisis del coronavirus diera un respiro. “No todo está perdido”, escribió él mismo en las redes sociales para animar a los empleados.

Richard Vogel, CEO de Pullmantur. EFE

En la plantilla, en cambio, siempre faltaron esperanzas y respuestas, pues nunca llegaron a conocer cuál era el plan de reestructuración que la empresa prometió y supeditó al futuro de la compañía.

Por otro lado, las decisiones judiciales han servido de poco. El juez ha logrado sentar a Royal Caribbean, accionista en un 49% de la empresa, pero su presencia en las reuniones no se ha traducido en nada.

«Han estado de oyentes. No han propuesto nada», explica a Economía Digital otra fuente cercana al proceso.  En un primer momento, Royal se negó e incluso acudió sin éxito a la justicia para evitar estar en la mesa de negociación.

Adiós a los barcos

Durante estos últimos cuatro meses, los trabajadores solo han conocido noticias negativas que hacían presagiar un mal desenlace. Pullmantur decidió desprenderse de los barcos (SovereignMonarch y Horizon) con los que operaba hasta antes de caer en concurso. Las embarcaciones aparecieron en un puerto de Turquía para convertirse en chatarra.

En paralelo, algunos ejecutivos del alto cuadro directivo fueron abandonando la compañía. Una de las salidas la protagonizó Javier Marín, jefe de ventas, que terminó recalando en las filas de Renfe como director comercial de venta directa para la división de alta velocidad (AVE).

Otra de estas fugas fue la de Benny Weidacher, quien se unió a la compañía australiana Scenic Group para ser vicepresidente de operaciones de cruceros globales. Weidacher ya había dejado Pullmantur en julio para recalar en TUI.

Cristian Reche

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