Puig mantiene su rumbo pese a perder la licencia de Valentino
La empresa presidida por Marc Puig explota un negocio millonario de licencias con el que busca alcanzar los 3.000 millones de facturación
La pérdida de la licencia de Valentino no dificulta el rumbo de Marc Puig hacia los 3.000 millones de facturación en 2025. Puig, la mayor empresa española de perfumería, mantiene este ambicioso objetivo, según fuentes de la compañía, tras quedarse a las puertas de la cifra de negocio de 2.000 millones en el último ejercicio.
La empresa que lanzó al mercado el primer pintalabios made in Spain en los años veinte y en los noventa se convirtió en una multinacional de la cosmética con presencia en el negocio de la moda no desglosa la facturación por marcas «para no dar pistas a la competencia», pero la enseña que saldrá de su portfolio no era una de las de más peso.
La joya de la corona de Puig es Jean Paul Gaultier. La empresa catalana cifró en sus cuentas de 2016 el valor neto de la marca en 111.806 millones de euros; seguida por Penhaligon’s (40.064 millones) y Nina Ricci (37.031 millones).
La marca Jean Paul Gaultier es la más rentable para Puig
La marca Gaultier es emblemática para la compañía porque la compra de la empresa francesa de alta costura apuntaló el negocio de moda de Puig, que incluye Nina Ricci y la cuarta parte de Carolina Herrera, controlada por Textil Lonia. Pese a que esta actividad aporta un porcentaje pequeño de los ingresos, es clave para construir la imagen de marca de estas enseñas y recoger los frutos en el negocio de las licencias.
Al adquirir la marca, según reconoció el propio consejero delegado, la empresa asumió que reduciría los beneficios durante una temporada aunque a cambio dispararía los ingresos, que crecieron el 28% en tres años, por encima de la media del sector de la perfumería.
Tras la compra de la enseña en 2011, en 2016 adquirió también la licencia de perfumería de esta marca, tras luchar contra gigantes del sector como L’Oréal o Shiseido. La de Jean Paul Gaultier es una marca que se suma a un catálogo del que forman parte entre otras Paco Rabanne, Prada, Comme des Garçons y desde marzo de 2018, la cosmética de Christian Louboutin.
En marzo Puig adquirió la licencia de los perfumes de Christian Louboutin
Además de la estrategia de comprar licencias de perfumería de algunas de las principlaes marcas de lujo, Puig ha apostado en los últimos años por adquirir marcas de perfumería de autor, como L’Artisan Parfumeur y Penhaligon’s, en este último caso incluso llegando a operar con córners en grandes almacenes de El Corte Inglés.
Posibles nuevas adquisiciones
En el camino hacia los 3.000 millones de euros de facturación la multinacional catalana podría adquirir nuevas firmas. «Si hay oportunidades que encajen en nuestro perfil o que ayuden a mejorar nuestro portafolio, seremos proactivos», indicó el consejero delegado de la empresa en la presentación de resultados de 2017, donde advirtió que el crecimiento podría ser «inorgánico».