El principal desafío del sector financiero: en busca de la rentabilidad perdida
La rentabilidad de la banca española se situó en 2020 a la cola de la Unión Europea con un retorno sobre el capital del –3,6%
La banca tiene una asignatura pendiente, recuperar la rentabilidad perdida desde el estallido de la crisis financiera internacional, pues 13 años después, el sector está por debajo del coste de capital. Banc Sabadell es el ejemplo más claro y solo Bankinter ha logrado mantenerse.
Según los últimos datos publicados por el Banco Central Europeo (BCE), la banca española se situó en el cuarto trimestre de 2020 el último de la lista en la Unión Europea. La rentabilidad sobre el capital, ROE, se situó en el –3,6% frente al 6,8% del año anterior. Mientras que la media de la zona euro es del 1,9% y la de la UE del 2,3%.
Las cifras contrastan con las de hace dos décadas. Un informe del Banco de España señala que entre el año 2000 y 2007 el ROE siempre se mantuvo por encima del 12%, llegando incluso a rozar el 20% a finales de 2007. Y que solo aquellos grandes bancos que tienen actividad en el extranjero han conseguido mantener su rentabilidad durante estos años.
El ejemplo más representativo es el de Bankinter, de lejos, la entidad más rentable del sistema financiero español. Los datos reportados por la entidad a cierre de 2020 muestran un ROE del 7,2%. En el lado opuesto se sitúa Banc Sabadell, su ROE se situó en el 0,02% al cierre del ejercicio.
Desde CECA explican a ED que la menor rentabilidad a la que se enfrenta la banca se explica por factores de carácter exógeno. Entre éstos, y quizás el más visible, es el entorno de tipo de interés negativos que vienen prevaleciendo desde 2014 y que tiene un impacto directo en la rentabilidad a través de la contracción de los márgenes de intermediación.
Menos visible, pero de gran relevancia, es la aparición de nuevos competidores digitales, como las fintech o las bigtech que están arañando cuota de mercado a los bancos tradicionales. Estos nuevos actores, a pesar de ofrecer servicios financieros, no están sometidos a la regulación del sector bancario y aprovechan este vacío legal para entrar en el mercado.
Pero también el aumento drástico de la regulación en los últimos años ha afectado a la rentabilidad del sector en la medida que se requieren cada vez mayores recursos humanos y tecnológicos para gestionarla.
Antes del estallido de la pandemia, el Banco de España estimaba que las entidades financieras deberían superar el 7% de ROE para cubrir el coste de capital en 2020, pero las provisiones (millonarias) hicieron que la rentabilidad de Bankia se situara en el 1,8% a cierre del ejercicio; la de Caixabank en el 4,5%, la del Santander en el 5,6% y la de BBVA en el 6,1%.
A cierre de marzo el escenario era más esperanzador. El banco cántabro, comunicó una rentabilidad sobre recursos propios del 9,8%; El que preside Carlos Torres del 9,3%; Caixabank tras la fusión con Bankia del 6,6% y Sabadell del 1,25%. Solo Bankinter elevaba la cifra a doble dígito con una rentabilidad del 11,3%.
El Banco Central Europeo y el Banco de España han defendido durante todos estos años que una de las medidas para mejorar esta rentabilidad son las fusiones y la reducción de costes. Precisamente por esto, en este tiempo la banca española ha pasado de tener más de 60 bancos a reducir a 8 el número de entidades de gran tamaño.
También por eso la banca ha prescindido de más de 22.000 sucursales y ha recortado 100.000 puestos de trabajo. Otro de los fenómenos que está ayudando a aumentar la rentabilidad de la banca es la transformación digital.
La AEB tiene claro que la digitalización de la actividad bancaria es un factor clave para ganar nuevas cotas de eficiencia y, en consecuencia, de rentabilidad. Además de un pilar para afianzar la mejora del servicio y la experiencia cliente.