Subimos a un coche de Cabify en su vuelta a BCN: asà burla las normas
Hemos pedido un coche de Cabify este jueves por la mañana en Barcelona y hemos esperado menos de 15 minutos
El regreso de Cabify a Barcelona ya es una realidad. La plataforma de movilidad, que opera ahora como una empresa gestora de coches con licencias VTC, ha reanudado su actividad en la Ciudad Condal. Un redactor de Economía Digital ha utilizado su servicio esta mañana y se ha llevado varias sorpresas.
Hemos contratado el servicio a las 11:38 horas desde la calle de la Mare de Déu del Coll hasta la redacción de este medio, en Rambla de Catalunya 98. El viaje, que ha durado 14 minutos, ha finalizado a las 12:05 horas, tal y como queda reflejado en la aplicación, por lo que descontado este tiempo, hemos esperado a que llegara el coche menos de 15 minutos, es decir, menos del tiempo mínimo que estipula la Generalitat en su decreto.
¿Por qué? Descargamos la aplicación ayer, miércoles, por la noche, y minutos después firmamos el contrato de un año al aceptar los términos y las condiciones. Fue a partir de ese momento, según matizan desde la compañía, cuando se puso a correr el reloj, es decir, a transcurrir los 15 minutos de precontratación. Esto, en la práctica, significa que ni siquiera para el primer trayecto tengamos que esperar un cuarto de hora.
Extracto del trayecto en Cabify.
Subimos al Skoda Super B que conduce José (nombre ficticio), quien ya trabajaba para Prestige and Limousine, la empresa que ahora explota el servicio de Cabify. “Después de un mes de parón, me avisaron ayer de que este jueves a las 10.00h de la mañana la app estaba habilitada”, explica sobre cómo se enteró del regreso de la compañía a la Ciudad Condal.
“No nos ha parado nadie de momento”, bromea José sobre la posibilidad de que los Mossos d’ Esquadra bloqueen sus vehículos durante la tarde de este jueves, tal y como se plantea la Generalitat. “Hemos salido a trabajar unos 60 conductores”, dice José, sobre los 300 vehículos que Prestige and Limousine tiene en Barcelona.
Sobre la vuelta a la base, explica que «no estamos regresando. Yo no he notado ningún cambio significativo respecto a cómo operábamos antes. Si realmente tuviéramos que volver a El Prat por cada servicio sería una faena”, cuenta. Fuentes de la compañía inciden en que el regreso a la base marcado por el decreto se estipula cuando el conductor no tiene ningún viaje solicitado.
Cabify en Barcelona: geolocalización y precio
Otro punto clave es la geolocalización, prohibida en el decreto catalán. Cabify, como respuesta, impide ver en la aplicación a qué distancia están los vehículos de la plataforma. No obstante, una vez asignado el conductor puedes ver cómo se dirige hacia el lugar de recogida que has establecido.
Termina el trayecto y el precio que hemos pagado son 9,29 euros por 2,47 kilómetros. “Realmente está siendo un día con bastante demanda”, afirma José sobre el precio del trayecto, ya que Cabify opera con precios dinámicos. Desde el 17 de septiembre sus tarifas ya no cambian por tramos de kilómetros recorridos, sino que tienen un precio fijo por kilómetro y otro por minuto (similar a Uber).