La subida de precios del petróleo dispara los ingresos de Repsol
La compañía presidida por Antonio Brufau se mantiene muy atenta a los precios del crudo que afectarán de manera positiva a su cuenta de resultados
El conflicto armado de Ucrania tendrá un importante impacto global, sobre todo en el ámbito económico. Junto al gas natural, el otro gran protagonista es el petróleo, que desde que se inició la invasión por parte del ejército ruso no ha dejado de subir. En este contexto, la española Repsol se verá beneficiada por esta alza del crudo que alcanza límites desconocidos en la última década. Un factor a tener en cuenta será la tensión comercial que muestre China con respecto a su necesidad energética, y lo que la OPEP decida con respecto a Irán.
El precio del barril de petróleo Brent, de referencia para Europa, ha superado este jueves la cota de los 119 dólares. Se trata de la primera vez que el Brent supera este umbral desde febrero de 2013, y es el mayor coste del crudo de referencia para Europa desde el 26 de abril de 2012. De hecho, la última vez que el Brent superó los 120 dólares por barril fue el 25 de abril de 2012.
Bajo esta situación, la compañía dirigida por Josu Jon Imaz estará muy atenta a esta circunstancia. En la reciente presentación de resultados el impacto por el alza del petróleo ya se dejó notar en las cuentas. Las estimaciones sobre los precios para 2021 estaban sobre los 60 dólares, un umbral que finalmente se fue hacia arriba. De hecho, la horquilla de los 80-90 dólares empezó a parecer una barrera que impactaría en las finanzas de la petrolera. Lo que no esperaba Repsol es que se fuera a ir por encima de los 100 dólares, y que las expectativas ahora mismo estén descontroladas debido al conflicto armado de Ucrania.
En la actualidad, se han impuesto sanciones a particulares y a las principales instituciones financieras rusas, pero se han evitado explícitamente las sanciones sobre la energía (petróleo y gas) procedente de Rusia, explican a ECONOMÍA DIGITAL desde la gestora de fondos Schroders. En caso de que hubiera sanciones directas sobre estas materias primas podría generarse una mayor volatilidad de precios.
Por lo que respecta al consumo, la rápida escalada de las sanciones occidentales reducirá la demanda europea de petróleo y productos petrolíferos rusos, a pesar de que las sanciones no están diseñadas para atacar directamente los flujos energéticos rusos. Esto es así por que los responsables políticos occidentales son reacios a interrumpir los flujos energéticos rusos, pero cada vez se hace más complejo compaginar este objetivo con la creciente presión para aumentar las sanciones a medida que empeora la situación en Ucrania.
Por otra parte, esta pérdida de demanda en Europa se verá compensada por el aumento de la demanda en China. A corto plazo, los flujos de gas natural deberían resistir, a menos que la infraestructura utilizada para transportar el gas sufra daños en el conflicto.
Repsol observa los precios
El mercado descuenta que las tensiones sobre los precios del crudo se mantendrán durante las próximas semanas. Esta situación se podrá observar en los resultados del primer trimestre. Cuando Repsol rinda cuentas al mercado se verá hasta qué punto impactará este alza. Y, lo más importante, hasta qué fecha se espera un mercado tensionado.
Los expertos de Schroders destacan que una característica notable de esta crisis ha sido hasta ahora el silencio de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). La capacidad de reserva de la OPEP es limitada, pero Irán sigue siendo un comodín. Se están celebrando conversaciones en Viena para restablecer el acuerdo nuclear con Irán de 2015, que permitiría a este país vender petróleo en el mercado internacional. Esperamos que se apruebe un acuerdo en las próximas semanas. Si se aprueba, la respuesta de la oferta podría ser bastante rápida (dos o tres meses), ya que Irán tiene almacenados unos 105 millones de barriles de crudo y condensado. Esto supondría un alivio a corto plazo para los precios del mercado del petróleo.
Por otra parte, a partir del cuarto trimestre de 2022 entraremos en un periodo en el que se pondrán en marcha algunos proyectos de países no pertenecientes a la OPEP y de la OPEP. Esto también puede proporcionar cierto alivio a los mercados del crudo hacia finales de año. Otra posibilidad es que, con los precios del petróleo y el gas ya elevados, cualquier nueva subida podría provocar una recesión y una caída más pronunciada de la demanda.
Bajo esta situación, Repsol estará atenta a lo que valoran algunos analistas, que empiezan a prever que el petróleo podría alcanzar los 150 dólares por barril, una posibilidad que algunos inversores ya anticipan como se puede ver en el mercado de opciones, donde cada vez más inversores compran opciones-call que apuesta por un barril de crudo a 150 dólares.