El precio del crédito a empresas se dispara: ya cuesta más del doble que hace un año
El tipo TEDR, que equivale a la tasa anual equivalente sin incluir comisiones, se situó de media en el 4,05% en febrero frente al 1,7% de hace un año para los créditos de hasta 250.000 euros
La subida de los tipos de interés se nota no solo en las cuotas de las hipotecas, sino también en los préstamos que tienen que pedir las empresas. El precio de los nuevos créditos que han ido teniendo que pedir las compañías se duplicó en febrero, los últimos datos disponibles recogidos en el Banco de España. Concretamente, en los préstamos de menos de 250.000 euros, el tipo TEDR, que equivale a la TAE (tasa anual equivalente) sin incluir comisiones, se situó de media en el 4,05% frente al 1,7% de hace un año.
Si se tiene en cuenta el plazo de vencimiento de los nuevos créditos de menos de 250.000 euros, los que se utilizan en mayor medida por pequeñas empresas por ser para proyectos más pequeños, en el caso de aquellos con vencimiento a un año, el tipo de interés medio de las nuevas operaciones se situó en el 3,99% frente al 1,64% de hace un año.
En el caso de los vencimientos más prolongados, los créditos con un plazo de entre 1 y 5 años cerraron febrero con un TEDR en el 5,93% frente al 2,55% de un año antes.
Entre los dos escenarios ha habido un drástico cambio en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). El supervisor empezó a subir los tipos de interés en julio de este año con el objetivo de frenar la inflación que se disparó como consecuencia de la guerra de Ucrania, sobre todo, registrando fuertes repuntes en los precios de la energía.
Esta situación llevó al BCE a cambiar su política monetaria y después de 11 años con los tipos en negativo, la institución tomó el camino de las subidas. La galopante inflación hizo que las subidas de los tipos fueran finalmente más agresivas y a una mayor velocidad, lo que ha complicado a hogares y empresas adaptarse a las nuevas circunstancias.
Si se analizan el resto de datos recogidos por el Banco de España en la estadística, se observa que el tipo de interés TEDR para los créditos de entre 250.000 euros y un millón cerró de media ponderada febrero en el 3,93% frente al 1,31% de un año antes. En el caso de aquellos préstamos por esta cuantía con un vencimiento de menos de 1 año, la cifra fue del 3,9%; mientras que en los que vencían con un plazo de entre 1 y 5 años ascendió al 4,3% y aquellos préstamos de esta cantidad con un plazo de más de cinco años, de media tuvieron un TEDR del 4,22%.
En los préstamos de mayor cuantía, los que superan el millón de euros, la diferencia entre el tipo de interés de hace un año y el actual es todavía mayor, ya que, en febrero cerró el mes con una media TEDR del 3,87% frente al 0,83% de un año antes.
Mayor presión de los costes
Esta subida de tipos de interés, que hace que los préstamos les cuesten más a las empresas, ha ido acompañada en los últimos meses de una mayor presión sobre los costes después de que la cadena de suministro notara los repuntes de las materias primas y además, con un aumento del precio de la energía, que afecta sobre todo, a determinados sectores industriales.
En el caso de las pequeñas empresas, que son las que sobre todo utilizan este tipo de préstamos de menores cuantías, esta subida de la carga financiera se ha sumado al aumento de otros costes, como los labores. De hecho, un informe de Cepyme, ya apuntaba que en el último trimestre del año, los costes globales de las pymes continuaron creciendo por encima del 12%.
En ese mismo informe, la patronal de las pequeñas empresas ya advertía que más que el nivel del tipo de interés medio de los nuevos créditos bancarios, lo que llamaba la atención era la gradualidad de la subida. De esta forma, en el documento apuntaban que en el cuarto trimestre del año el tipo medio había subido hasta más del 3%, que era un nivel que no se veía desde marzo de 2015. Pero, que además, había que remontarse hasta 1995 para encontrar un incremento de este tipo de interés de más de un punto porcentual de un trimestre al siguiente.
Hay que tener en cuenta, que las empresas españolas parten de una situación saneada con un menos peso de la deuda que en otros periodos de la historia creciente, como por ejemplo, en la anterior crisis financiera cuando los préstamos pesaban más en los balances de las empresas. Además, la morosidad registrada por los bancos se ha mantenido en niveles contenidos.
En este contexto, fuentes financieras apuntaban hace unos días que no es que exista ahora mismo un cierre del grifo de la financiación, sino más bien que son las propias empresas las que no están pidiendo estos préstamos. El contexto de incertidumbre sobre los próximos meses junto con la liquidez que cuentan ya las empresas son parte de las razones de ellos.