Power Balance suspende pagos por una multa millonaria en Estados Unidos
La creadora de 'pulseras beneficiosas para la salud' tendrá que pagar por 57 millones de dólares por publicidad engañosa. Los distribuidores en Barcelona aseguran que su venta era un mal negocio
Una nueva multa a Power Balance, la empresa estadounidense que vende las ‘pulseras milagrosas para la salud’, amenaza con arrastrar a la compañía a la quiebra. Una asociación estadounidense de consumidores ganó la demanda que interpuso en una corte federal de Santa Ana (California) por considerar engañosas las cualidades saludables de las pulseras.
Power Balance tendrá que pagar unos 42 millones de euros (57 millones de dólares) por las falsos beneficios del producto, lo que ha ocasionado la suspensión de pagos, aunque la compañía descarta su quiebra inmediata. Las pulseras de silicona con un holograma que se vendían en España por unos 30 euros aportan mayor fuerza y equilibrio, según la compañía.
Multas previas en Europa
Las protestas de los consumidores ya habían obligado a los dueños de la compañía, los hermanos Josh y Troy Rodarmel, a reconocer hace un año que las supuestas propiedades de las pulseras no habían sido comprobadas científicamente.
La moda de las pulseras alcanzó a numerosas personalidades del deporte y la política. En España, el jugador del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, la periodista Mercedes Milà y la ministra de Sanidad, Leire Pajín, usaban la famosa pulsera.
Las sanciones a la compañía no son un asunto nuevo. El gobierno italiano multó con 350.000 euros a Power Balance en diciembre del año pasado por estos mismos motivos mientras que en España recibió otra amonestación de 15.000 euros.
Mal negocio en Catalunya
El éxito de ventas de las pulseras, que alcanzó su auge hace año y medio, motivó que muchos pequeños comercios pidieran su comercialización. “Se ofrecían en todas partes, hasta en farmacias. Yo las vendía en mi tienda de informática pero el negocio desapareció cuando empezó una campaña mediática contra el producto”, explica el ex distribuidor Iñaki Ferrer.
Los vendedores creen que los usuarios de las pulseras tenían mejores resultados en las pruebas de equilibrio recomendadas por los fabricantes “porque se sugestionaban” y no “por sus cualidades reales”.