El plan de Lagarde para salvaguardar al sistema bancario
El BCE mantiene la subida prevista de tipos de interés y garantiza que abrirá el grifo de liquidez a los bancos si es necesario
El Banco Central Europeo no se desvía de su camino. Por lo menos, de momento. Un mensaje de que todo sigue su ritmo, que las últimas turbulencias que han golpeado a los bancos europeos no han sido tan fuertes como para apartarlo de su objetivo final: bajar la inflación a un entorno del 2%. Además, la presidenta del BCE, Christine Lagarde lanzó un mensaje de apoyo al sistema financiero. Si es necesario, se reactivarán los instrumentos de liquidez.
No es el “whatever it takes” de Mario Draghi, pero esto no hace sino reforzar la idea de que el sistema bancario de la zona euro no es el mismo que hace 15 años. Gobiernos y supervisores llevan toda la semana lanzando mensajes para destacar el papel de fortaleza a la banca y un paso hacia otro lado por parte del BCE solo hubiera generado dudas sobre la situación de la banca europea. Las continuas revisiones regulatorias, los mayores requisitos de capital y solvencia se notan. Eso es lo que dice el mensaje de Lagarde.
“El sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas”, repitió Luis de Guindos, vicepresidente del BCE en varias ocasiones.
En el lenguaje críptico propio de las ruedas de prensa del supervisor bancario, Lagarde apuntó que no hay hoja de ruta sobre próximas subidas de tipos de interés, que dependerá de los “datos”. La velocidad a la que lleguen las decisiones de política económica a la economía real serán el termómetro para los siguientes pasos. La presidenta del BCE, dijo en la rueda de prensa tras subir de nuevo los tipos de interés, que empiezan ya a ver esta “transmisión”.
“El crédito bancario a las empresas de la zona del euro se ha encarecido. El crédito a las empresas ha seguido debilitándose, debido al descenso de la demanda y a unas condiciones de la oferta de crédito más restrictivas”, ha apuntó Lagarde, que añadió que esto también se percibe en los costes de financiación de los hogares, sobre todo, por el mayor coste de las hipotecas.
“Este aumento de los costes de financiación y el consiguiente descenso de la demanda, unidos al endurecimiento de los criterios de aprobación del crédito, han dado lugar a una nueva desaceleración del crecimiento de los préstamos a los hogares”, dijo la presidenta del BCE.
Los siguientes pasos del regulador dependerán de cómo evolucione la economía. Unos datos que pueden verse comprometidos por los últimos acontecimientos de dudas bancarias ocurridos en la zona del euro. Las dudas sobre Credit Suisse sobrevolaban esta nueva subida de tipos. Pero la presidenta del organismo aseguró que, dada la elevada inflación que se mantiene en la zona del euro, todavía muy lejos de ese entorno deseados del 2% decidieron seguir con la subida de tipos prevista, a falta de conocer mayores cifras del posible impacto de estas turbulencias. Una decisión, que según explicó, se tomó por una «gran mayoría».
Los analistas de JPMorgan apuntan, en un informe tras la comparecencia de Lagarde, que mantienen su previsión de que el BCE volverá a subir tipos un 0,5% en mayo, aunque añaden que, incluso si las turbulencias del mercado se calman, podría verse un camino más suave en los próximos meses.
“Más allá de la caída del mercado, mucho dependerá de las cifras que lleguen, especialmente en los dos indicadores próximos de inflación previos a la reunión de mayo”, destacan. “Es difícil expresarse con mucha confianza en este punto”, dicen y se adhieren a la postura del BCE de esperar a que se vayan conociendo más datos.
El equilibrio entre inflación y bancos
Desde la gestora DWS, su economista para Europa, Ulrike Kastens apunta que “por primera vez” no hay una senda futura de tipos. Así pues, el BCE sigue dependiendo totalmente de los datos. Estos datos incluyen no sólo las perspectivas de inflación y la dinámica de la tendencia subyacente de la inflación, sino también la fuerza de la transmisión monetaria”. Aunque señala que aquí entra en colusión la disyuntiva entre la estabilidad de los precios y la de los mercados.
“En su opinión, no existe una disyuntiva entre la estabilidad de los precios y la de los mercados financieros. Pero, en última instancia, el banco central debe establecer sus prioridades. El mandato del BCE es la estabilidad de precios. No es el caso ni en la actualidad ni sobre la base de las previsiones para los próximos años. Por lo tanto, es probable que el BCE no pueda evitar seguir subiendo los tipos de interés oficiales”, apunta.
Precisamente, en esta dicotomía de funciones, el supervisor ha querido lanzar un mensaje para llamar a la estabilidad en un momento de fuertes dudas sobre la banca. El BCE ha asegurado que garantizará la liquidez en caso de ser necesaria, pero por el momento no hacen un movimiento en firme porque la banca europea, de momento, no lo necesita. Tras unos días turbulentos en el mercado, primero por la caída de los estadounidenses SVB y Signature; para posteriormente volver a agitarse con el desplome en bolsa de Credit Suisse tras las dudas sobre sus cuentas, el mensaje del BCE devolvió a los mercados a la calma.
La promesa de liquidez en caso de ser necesaria llega en un momento clave para las entidades. Aunque estas han atravesado varios ejercicios en los que, por lo menos las españolas, han superado holgadamente los ratios de liquidez, la finalización de los programas TLTRO III se produce justo en un momento de fuertes dudas en los mercados.
Lagarde deja la puerta abierta a usar todas las herramientas a su alcance en el caso de que sea necesario. La presidenta del BCE ha señalado que tienen un equipo que puede actuar con agilidad y de forma muy efectiva, como ya se vio durante la pandemia, y en el caso de volver a necesitar poner en marcha estas “herramientas” están dispuestos a hacerlo.