Piqué Vidal se reconoce culpable de blanquear dinero del cártel de Sinaloa
El reputado abogado acepta la "inhabitual" oferta de la Fiscalía Antidroga y se conforma con sólo un año de cárcel
Al reputado abogado barcelonés Joan Piqué Vidal le gusta reír. Sobre todo cuando gana un caso. Y aún más si el que sale de rositas es él. Y ayer lo hizo a mandíbula batiente. Entre su entrada y su salida de la sala de vistas se produjo un «inhabitual» cambio de criterio incriminatorio por parte de la Fiscalía Antidroga.
La fiscal del caso, Carmen Ballester, entró en la sala pidiendo nueve años de cárcel contra el abogado por dirigir una organización criminal de narcotráfico y salió pidiendo sólo un año. Naturalmente, Piqué aceptó, asumió la leve condena, y se reconoció, sin tapujos, culpable de blanquear dinero negro del cártel de Sinaloa.
Once años de investigación, resuelta en 10 minutos
Un caso, la llamada operación tacos, que se ha tramitado durante más de 11 años, quedó ventilado ayer en tan sólo 10 minutos. Inicialmente, y según la Fiscalía, «Joan Piqué Vidal, al que en distintas conversaciones mantenidas por otros miembros de la organización mencionan como el jefe, vendría a dirigir esta rama criminal en Barcelona, y habría realizado labores de asesoramiento de cara a la constitución de sociedades y apertura de cuentas corrientes destinadas a estas operaciones de blanqueo».
«De las conversaciones intervenidas se deriva que la rama de Barcelona, que dirigía Joan Piqué, percibiría el 15% de las cantidades efectivamente derivadas al destinatario final».
El cerebro blanqueador
El abogado, ahora delincuente confeso, utilizaba la contratación de cuentas corrientes en las que se depositaban fondos de supuestas inversiones (inexistentes) que posteriormente se trasferían a casas de cambio radicadas en México a través del Bank of America. Así, se blanquearon decenas de millones de euros del temible cártel mexicano.
Sólo en el año 2004, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu identificó decenas de transacciones de dinero negro tuteladas presuntamente por el abogado barcelonés. Algunas de ellas superaban los 10 millones de euros. De ahí lo elevado de la fianza de responsabilidad civil impuesta a Piqué. De los 78 millones que impone el juez, Pique acabará pagando una parte y del resto se declarará insolvente. Y aquí paz y después gloria.
Una conformidad asombrosa
La resolución de este caso, con este sorprendente pacto de conformidad (el resto de imputados han pasado de un petición de seis años a una condena de sólo seis meses de prisión, que no cumplirán) ha corrido como la pólvora por los pasillos de los juzgados y las comisarias del país. Y como ya resulta inevitable, quien más, y quien menos, ha empezado a practicar el deporte de la especulación.
Carmen Ballester es una prestigiosa fiscal. Mujer directa, trabajadora y de acreditada solvencia jurídica en sus escritos. Así la definen sus compañeros de la Fiscalía Antidroga e, incluso, algunos abogados a los que se ha enfrentado en casos enjundiosos de narcotráfico.
«Este acuerdo es poco habitual. Legal, pero extraño. Sin duda. Sin embargo, no se debe mirar con escepticismo el papel de la fiscal. Sólo hay que recordar que la nuestra es una organización jerárquica en la que manda el jefe. Lo dice nuestro estatuto». Así se expresa uno de los más veteranos fiscales expertos en la lucha contra la droga del país en declaraciones a Economía Digital.
¿Acuerdo ante una sólida acusación?
Todas las partes personadas en este caso, (algunos de los abogados más prestigiosos del país) sabían que la acusación estaba muy bien cimentada. Los argumentos contra los imputados eran nítidos y sólidos. Por lo tanto, la Fiscalía que tiende a ofrecer acuerdos a los acusados cuando teme o atisba una posible absolución, no se encontraba, en este caso, ante una disyuntiva semejante. Sin embargo, de nueve años de inicial petición para el jefe Piqué, se ha pasado a un año de condena de conformidad.
¿Y por qué ha sucedido todo esto?, se preguntan los que se dedican al deporte de la especulación. Sólo aquellos que culebrean en las cloacas de los juzgados y de los gobiernos tienen la respuesta. Descartada la sumisión de la fiscal, lo cierto es que fuentes próximas al caso consultadas por este medio, contemplan que finalmente la sonrisa haya regresado al rostro del abogado-delincuente-confeso, Piqué Vidal, poco después de que hubiera entregado la cabeza de alguien en bandeja de plata al ministerio fiscal.
Piqué ha defendido a los principales líderes políticos y financieros del país, (Jordi Pujol y Javier de la Rosa, entre otros). Por lo tanto, es razonable pensar que lo sabe prácticamente todo, de todos. Dicen los que le conocen que no sería la primera vez que actúa así. Por su parte, la Fiscalía dice que ese tipo de acuerdos no son posibles.
¡Hagan juego señores! Lo cierto, quizá lo único cierto de todo este kafkiano asunto, es que a diez ciudadanos (entre ellos, Piqué Vidal) que han blanqueado decenas de millones de euros de dinero procedente de la droga, (así lo ha reconocido y por ello se han acogido a la conformidad) la cosa les ha salido prácticamente gratis.