Piaggio se niega a dejar Derbi en manos de un grupo de industriales catalanes
La Generalitat intentó garantizar la continuidad de la factoría de Martorelles con inversores locales. Este martes se empieza a negociar el ERE para trasladar la producción a Italia
Este martes por la tarde el director general de Relaciones Laborales, Ramon Bonastre, presidirá la primera reunión entre la dirección y los trabajadores de la factoría de Derbi en Martorelles. En el orden del día consta empezar a negociar el ERE de extinción de empleo que afecta al 100% de la plantilla, 206 personas. Eso sí, los trabajadores ya han dejado claro que no negociarán “ni esta regulación ni cualquier otra”, en palabras del representante de CCOO en el comité de empresa, Fernando Cornejo. La Generalitat también quiere evitar el cierre, aunque el encuentro llega después de que Piaggio, la empresa madre de Derbi, rechazara su propuesta para dejar en manos de un grupo de industriales privados la fabricación de motocicletas.
Según han explicado fuentes cercanas al Govern a Economía Digital, esta fue una de las propuestas que se puso encima de la mesa de Piaggio. Aún no contaban con ningún listado de inversores interesados en el proyecto, era “una propuesta para defender el tejido industrial y los trabajadores catalanes”. La respuesta del grupo italiano no se hizo esperar. Tachó a Derbi de “activo estratégico” para la multinacional y defendieron el traslado de la producción a la factoría que tienen en Venecia.
Cerrada esta vía, si no se llega a un acuerdo entre trabajadores y dirección la última palabra sobre el ERE la tendrá el departamento dirigido por Francesc Xavier Mena. “No vamos a negociar con los directivos de Martorelles, no son los interlocutores idóneos porque les falta poder de decisión”, afirma Cornejo. De hecho, antes de entrar en la reunión han entregado al consulado italiano una misiva en la que pedían “de una manera muy respetuosa” que sea el presidente de Piaggio, Roberto Colaninno, quien gestione directamente el cierre. “Queremos que venga aquí y nos explique por qué somos un problema”, añade el representante del comité de empresa.
Medidas de continuidad
Cornejo ha asegurado que sólo negociarán con Piaggio una propuesta que incluya la continuidad de la fábrica vallesana. “Ahora mismo esto no pasa por aprobar ningún ERE”, ni el actual ni otro temporal. Eso sí, deja la puerta abierta a pactar un nuevo plan de prejubilaciones o de regulación del empleo temporal si esto significa mantener la producción.
Su principal arma es el ERE temporal que acordaron en 2009, un documento en el que Piaggio y los sindicatos pactaban la continuidad de la factoría.