Pfizer encarece los genéricos hasta un 2.600%, según la OCU
La OCU acusa a dos de las farmacéuticas de la vacuna del coronavirus, Pfizer y Astrazeneca, de malas prácticas para aumentar beneficios
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha acusado a algunas farmacéuticas de encarecer el precio de los medicamentos genéricos y cortar suministros para aumentar sus beneficios. Entre los laboratorios que señala por malas prácticas destacan tres de los líderes en la carrera de la vacuna contra el coronavirus: la compañía británica Astrazeneca, la estadounidense Johnson & Johnson y la competidora más avanzada, Pfizer.
Según explica este organismo, Pfizer transfirió la autorización de comercialización de genéricos al laboratorio de medicamentos Flynn, pero éste, en lugar de producir la fórmula genérica de Epanutin, se convirtió en su distribuidor y acordó subir los precios de los productos hasta un 2.600%. “Llevamos denunciando algunos de estos abusos durante mucho tiempo, pero los organismos encargados de competencia y los tribunales de cada país actúan de manera disonante», han señalado en declaraciones recogidas por Efe.
Respecto a los medicamentos genéricos -aquellos que tienen el mismo principio activo que el de marca, la OCU recuerda que los laboratorios tienen la exclusividad para vender el fármaco original durante 10 años y pasado ese tiempo, otra farmacéutica pueden entrar y poner en el mercado copias de estos productos que, gracias a la competencia generada, ven reducidos sus precios. Sin embargo, «algunos laboratorios utilizan artimañas para evitar esa competencia y posible descenso de precios», ha denunciado.
Johnson & Johnson pagó una multa de 10,8 millones de euros por cortar suministro
La OCU cita como ejemplo el caso de Sandoz, que cuando iba a poner el genérico de Durogesic a la venta, Johnson & Johnson, propietaria de la patente, acordó pagarle un monto mensual superior al beneficio que hubiera generado por las ventas del mismo, para que no lo sacara al mercado. El resultado de esta operación fue una multa de 10,8 millones de euros a la compañía estadounidense y de 5,5 millones a Sandoz.
Además, señala que Lundbeck tuvo que pagar 98 millones de euros y más de 52 millones a otras cuatro compañías con las que acordó comprar los genéricos producidos por estas y revender el citalopram.
Astrazeneca retiró cápsulas de omeprazol para beneficiarse
Astrazeneca, por su parte, decidió retirar las cápsulas de omeprazol cuando su patente estaba a punto de caducar, para a continuación sacarlo al mercado en comprimidos. La multa ascendió a 52,5 millones de euros, según OCU.
Un caso «curioso» es del uso de Lucentis (Novartis), un medicamento empleado en enfermedades oculares, y Avastin (Hoffmann-Roche), usado para el cáncer. «Al tratarse de moléculas muy similares y sabiendo que ambos medicamentos admiten ambos usos, los laboratorios llegaron a un acuerdo para generar dudas del uso de Avastin (100 veces más barato) en oftalmología», asegura.
La OCU acusa a la CNMC de no tomar medidas en España
Italia multó con más de 90 millones de euros a cada una de ellas, y recientemente Francia también, con 440 millones de euros. Sin embargo, según la OCU, en España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), «no encontró motivo alguno para multar aquí a las compañías».
La organización recuerda que los consumidores pueden denunciar abusos de competencia directamente ante la CNMC y las agencias autonómicas, siempre con una base fundamentada. Asimismo, insiste en la necesidad de realizar controles periódicos a los laboratorios farmacéuticos y de imponer multas disuasorias a aquellos que atenten contra las normas de competencia.
«Las administraciones no deberían consentir que a las farmacéuticas les salga más económico pagar una multa y seguir abusando que cumplir la normativa de competencia», concluye.