Pesimismo en la industria ante la llegada de un otoño negro por la subida del precio del gas

Con pesimismo e incertidumbre. Así afronta la industria manufacturera los últimos meses del año a la espera de una nueva subida del precio del gas en otoño, cuando se pronostica un disparo de la demanda. El sector no se atreve a transformar las previsiones en cifras perqué varían mes a mes, pero augura un final de año con más sobrecostes y una producción estancada o a la baja. De hecho, ArcelorMittal, el mayor productor de acero del mundo, ya avisa de paradas “inevitables” del sector siderúrgico. 

El precio de la energía lleva disparado desde hace más de un año, pero el estallido de la guerra en Ucrania no ha hecho más que empeorar la situación. La actividad industrial ya está notando una desaceleración de su crecimiento, justo cuando esperaban una vuelta a la normalidad después de la pandemia, por su alta dependencia a los productos como el gas o la electricidad. 

Por ahora, las empresas no han trasladado de forma plena a los precios de sus productos el incremento de los costes de producción, lo que lleva a una contracción de sus márgenes. Según datos del Banco de España recogidos por la patronal CEOE, en el segundo trimestre el 77% de las compañías experimentaron una subida de los costes, mientras que solo el 38% aumentaron los precios de venta de sus productos. 

Uno de los sectores industriales con más implementación en España es el metal. Fuentes de Confemetal, una confederación que agrupa 74 asociaciones que representan a unas 220.000 empresas, la metalurgia ya se está viendo como su producción se estanca, con una fluctuación que ni sube ni baja del 1% mes a mes. En su caso, luchan contra una inflación del 40%, y tienen unas expectativas “muy malas” de cara a finales de año. 

Confemetal considera que las medidas tomadas hasta ahora por el Gobierno para regular estos precios “son parches” que no van a la raíz del problema. Para ello, piden establecer un pacto nacional energético basado en “un análisis técnico” que combine energías como la nuclear o el carbón con fuentes renovables, cuyo principal inconveniente es su dependencia al clima y las dificultades para almacenarse. 

El acero «no puede sostener» los costes

Dentro de una industria tan basta como la metalurgia, uno de los subsectores más grandes es la siderurgia. En 2021 el sector consiguió recuperar la producción y aumentar la cifra de 2020 un 28% hasta las 14,2 toneladas, pero este crecimiento chocó ya a finales de año con la subida del precio de la electricidad. 

Fuentes de Unesid, la patronal del acero, alertan que el suyo es un ámbito altamente electrointensivo, es decir, muy dependiente de la energía.  La organización avisa que el sector “no puede sostenerse cargando costes energéticos de esta magnitud” que hace sus productos menos competitivos. 

De hecho, la filial española de ArcelorMittal, el mayor productor mundial de acero, ya ha anunciado un “inevitable” cierre de instalaciones siderúrgicas por la crisis energética, en su Informe de Sostenibilidad 2021 publicado este viernes. Consideran estos paros “un paso previo” a la puesta en marcha de expedientes reguladores temporales de empleo (ERTE) “en el mejor de los casos”. 

La patronal de las acererías considera que las últimas medidas puestas en marcha por el Gobierno para topar el precio del gas y su efecto en la electricidad “aún no han tenido el efecto esperado”. En este sentido, las últimas olas de calor han provocado que la excepción ibérica, destinada a este propósito, no haya funcionado como se esperaba, ya que la falta de viento ha impedido la fabricación de energía eólica y ha sido la producción de electricidad a partir del gas quien tuvo que suplir esa oferta. 

La industria automóvil no espera poder recuperar la producción en 2022

Más allá del metal, los sobrecostes energéticos se suman a los problemas que arrastra la industria automóvil por la escasez de semiconductores, que ya ha provocado una caída de la producción. Por todos estos factores, la patronal de fabricantes de coches, Anfac, remarca que la producción a mes de mayo ya ha caído un 12% respecto a la de 2021 y no ven probable poder superar las 2,1 millones de unidades ensambladas el año pasado. 

Para intentar compensar estos inconvenientes, desde la asociación piden que se les considera una industria electrointensiva para evitar “más sobrecostes energéticos derivados de la misma actividad”. Además, esperan que el PERTE para el vehículo eléctrico y conectada (VEC) sirva como fondo de recuperación, aunque está destinado mayoritariamente a inversiones.

Paros en cementeras

Por último, uno de los sectores donde más repercute el precio del gas, ya que es su principal coste variable, es en la producción de cimientos. Desde la patronal catalana Ciments Catalunya alertan en un comunicado que la inflación ha ralentizado la recuperación económica que pronosticaban en 2021. De hecho, algunas fábricas han tenido que parar la producción de forma intermitente en los últimos meses porque el coste de fabricar cimiento era más alto que su precio de venta. 

Este sábado el precio de la luz se situaba sobre los 298 euros el megavatio hora (MWh) de acuerdo con los resultados de la subasta celebrada en el mercado mayorista o «pool» y el ajuste a abonar por los beneficiarios del tope al gas.