Peggy Sue renace contra la franquicia piramidal
La cadena de hamburgueserÃas se reinventa para diferenciarse del modelo de comercialización español en el que algunas marcas ganan mientras más quiebras (y traspasos) acumulen sus franquiciados
Peggy Sue, la cadena de hamburgueserías española que mantiene abiertos unos 35 establecimientos en toda España, trabaja para transformar por completo el modelo tradicional de franquicia en el país.
Las grandes cadenas en España obtienen ganancias cuando un franquiciado quiebra y se ve obligado a traspasar el local a otro franquiciado. En cada traspaso, la gran mayoría de cadenas cobra un canon de entrada. En el fondo, es un modelo piramidal, un esquema perverso con el cual la marca obtiene más rentabilidad mientras más quiebras encadenadas sufran sus franquiciados.
Peggy Sue ha renacido contra ese esquema. El fondo de capital riesgo Sprigwater, que compró la cadena de restaurantes a mediados de este año, ha rediseñado por completo el esquema de la cadena para ofrecer, como debería ser lógico, rentabilidad a su red de franquiciados.
Por ello, la empresa anunciará dentro de pocos días las nuevas medidas para mejorar las cuentas de sus franquiciados. «Hemos renegociado todos los precios y las condiciones con los proveedores. El gasto en comida se reducirá de forma sensible y los precios se mantendrán más o menos estables. El resultado es que el franquiciado se beneficiará con un margen mucho mayor», explica Sandra Macaya, consejera delegada de Peggy Sue.
Más saludable
La marca atravesó una situación delicadísima y estuvo al borde de la quiebra cuando su fundador, José Muñiz, tuvo que venderla a Springwater. Había salarios de hasta siete meses retrasados y buena parte de los proveedores dejaron de servir producto por las deudas.
Macaya quiso darle un vuelco a la marca y ha viajado a San Francisco y a Nueva York para comprobar en persona las nuevas tendencias de las hamburgueserías americanas. Los gustos están cambiado y la transformación coincide con el declive de las grandes cadenas de hamburguesas, con Mc Donald’s a la cabeza. Y Macaya regresó con las anotaciones hechas.
Ahora Peggy Sue emprenderá una etapa con una renovada estructura y oferta. Una de las novedades es que se introducirán hamburguesas sin pan, una opción menos calórica. La carne incorporará en sus adentros el resto de ingredientes como el queso o el tomate. También habrá una mayor variedad de ensaladas y productos verdes. Se trata de una presentación más acorde con el modo de vida más saludable que están exigiendo los nuevos consumidores en Estados Unidos.
Nuevo responsable
El modelo será ejecutado en España por el nuevo director Baptiste Azais, que presentará los cambios a todos los franquiciados. Azais, que ha trabajado en Unilever y en Heineken, ha comenzado la reconversión. «Me he reunido con todos los franquiciados para conocer las necesidades de cada uno. Es algo imprescindiblepara entender su día a día. En un par de semanas les presentaremos los detalles de la nueva marca», explica el joven ejecutivo.
Baptiste Azais, director general de Peggy Sue.
Tras las reformas, Barzais espera abrir el próximo año diez nuevas franquicias. Será la base de un crecimiento más sólido y sostenible. Si cumple con las expectativas, Peggy Sue podrá marcar una clara diferenciación con otras franquicias españolas que sufren problemas, cierres y litigios. Ejemplos sobran en el país: Mail Boxes, que impone a los distribuidores tarifas por encima del precio final de sus competidores, Supermercados DIA, cuyos afectados han formado una asociación u Opencel, que exige a los franquiciados con problemas 11.000 euros para salir de la red.
La estrategia de la firma de capital de riesgo pasa por dar oxígeno a su red, invertir en la reestructuración y comenzar una expansión sobre la base de franquiciados exitosos. El plan comenzará a desplegarse a finales de mes.