Pedro Saura cambia otros dos consejeros de Paradores
Desde que llegó a la presidencia de la cadena pública hotelera en verano del año pasado, las entradas y salidas de consejeros han sido constantes
El presidente de Paradores vuelve a hacer cambios en el consejo de administración. Desde que tomó las riendas de la compañía pública hotelera en julio del año pasado, Pedro Saura ya ha relevado a cuatro consejeros. Este mes de mayo han entrado Ana Isabel Mateo y María Velasco en sustitución de Roberto Reyero y Antonio Morales.
En verano de 2021, tan solo un mes después de asumir la presidencia, el que fue secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana con el exministro Ábalos, eligió a Antonio Morales y María José Pérez para sustituir a Julio Enrique Jiménez y Rafael Oñate.
El baile de sillones había empezado incluso antes, porque a principios del año pasado, todavía con Óscar López al frente, ya se habían producido algunos cambios en el consejo. Desde Paradores no hacen públicos ni explican el motivo de las salidas y entradas de los últimos meses, la información se notifica en el registro mercantil.
Sin embargo, las nuevas incorporaciones si figuran en la web de la hotelera. Paradores cuenta con un consejo formado por 14 miembros, que está formado principalmente por altos funcionarios y asesores de Moncloa, además de dos representantes sindicales. Las puertas giratorias en esta compañía, al igual que en Correos o Renfe, son una constante. También por eso, hay mucha opacidad con los ceses y nombramientos.
En Paradores, de hecho, los miembros del consejo estaban en el foco porque se les había pagado en 2020 dietas por reuniones a las que no asistieron, según el Independiente. En concreto, siete consejeros delegaron al menos una vez el voto y no asistieron a algunas de las sesiones, pero no por ello dejaron de percibir dichas dietas, informa el diario.
Entre estos siete estaban José Guillermo Ferraz, Ignacio Valle, Francisco Martín, Gonzalo Ceballos, María Teresa Santolaria, José María Martínez y Luis García Martín. Actualmente los primeros cuatro ya han abandonado el consejo de Paradores de Turismo, mientras que los tres últimos permanecen.
Recientemente Libertad Digital adelantaba que el Tribunal de Cuentas no va a investigar los 15.265 euros en dietas irregulares que presuntamente se pagaron cuando el socialista Óscar López, que ahora es jefe de gabinete de Pedro Sánchez, era presidente de Paradores.
Con los nuevos cambios, el consejo de la hotelera está formado por primera vez por ocho mujeres de un total de 15 miembros si se tiene en cuenta al presidente, lo que supone una representación del 53%, por encima de la media de otras empresas públicas como Indra, donde la presencia femenina es del 38%, todavía por debajo del 40% establecido en las normas del buen gobierno para las empresas cotizadas.
En concreto, las nuevas consejeras de Paradores proceden del ministerio de Hacienda y Turismo. Ana Isabel Mateo es directora del gabinete de la Secretaría de Estado de Hacienda y María Velasco, procede de la Secretaría de Estado de Turismo.
Paradores recibe casi 50 millones de dinero público en la pandemia
El Gobierno ha tenido que rescatar a Paradores con casi 50 millones de euros durante la pandemia. En concreto, la empresa recibió una inyección de 30 millones cuando todavía estaba al frente Óscar López y otros 17 millones, ya con Pedro Saura. Otro acontecimiento sobre el que la compañía nunca ha querido pronunciarse públicamente pese a ser preguntado por este medio en distintas ocasiones.
La red de hoteles cerró 2020, el primer año de Covid-19, con unos números rojos de 63,4 millones, entre otras cosas por la mala gestión con la plantilla. La empresa descartó acudir a mecanismos de protección de empleo, como los ERTE, cuando el Gobierno declaró el Estado de Alarma pese a que cerraron todos sus 97 establecimientos en España desde el 16 de marzo y hasta el 25 de junio.
Lo que hicieron entonces fue pagar a los trabajadores exclusivamente el salario base durante el periodo del 12 de abril hasta el 24 de junio de 2020, sin aportar la prima de producción que es lo que eleva su salario. La plantilla decidió entonces denunciar a la Audiencia Nacional, ganaron en primera instancia y están a la espera de que se pronuncie el Tribunal Supremo, donde recurrió la empresa.
Los sindicatos calculan que los trabajadores dejaron de ganar entre 200 y 600 euros al mes por no haber recurrido al ERTE. Este “plan de contención de gasto”, como lo llamó la cadena hotelera, les costó 50 millones de euros, según sus cuentas. Grosso modo, lo mismo que le ha tenido que inyectarle el Gobierno.
La empresa no tenía buenas sensaciones para 2021 pero finalmente consiguió cerrar el ejercicio con un beneficio de 3 millones. El objetivo de la hotelera pública para este 2022 es recuperar los niveles prepandémicos a lo largo del año y de momento, los datos del primer cuatrimestre le están respaldando porque han superado los niveles de 2019 tanto en ocupación como en ingresos, según expresaron en un comunicado.