Panrico advierte a los sindicatos de que abandonará Catalunya
La firma de alimentación, propiedad ahora de varios bancos, avisa por carta que piensa cerrar su planta de Santa Perpètua de Mogoda y despedir a 420 trabajadores
Panrico, la histórica firma catalana de alimentación fundada por la familia Costafreda, ha amenazado con cerrar su única planta en Catalunya. Este centro de producción emplea hoy por hoy a 420 personas y se ubica en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). Según una carta enviada a los sindicatos, sus actuales propietarios –los bancos acreedores– iniciarán los trámites para cerrarla aunque, de momento, sólo reconocen oficialmente contactos para negociar el próximo convenio colectivo.
El documento fue entregado a los miembros del comité de empresa después de que estos presentaran su propuesta de convenio, en plena negociación durante estas semanas. Según informa La Vanguardia, en la comunicación enviada al comité intercentros se asegura que Panrico “iniciará las gestiones y trámites preceptivos para el cierre de la fábrica que la compañía tiene en Santa Perpètua de Mogoda”.
En Panrico no comentan estas informaciones, aunque aseguran que “sí existen contactos regulares con la representación de los trabajadores en el marco de la negociación del convenio de 2011”. Ahora, toda la tensión se trasladará a la próxima reunión entres las partes, prevista para finales de octubre.
Pérdidas continúas
En el documento, Panrico, comercializadora de los populares Donuts, explica a los sindicatos que “por primera vez en su historia, se encuentra en una situación continuada de pérdidas y de aplazamientos de pagos, tanto a sus proveedores como a la Seguridad Social”. La empresa añade que para evitar que se llegue a una situación límite se “exige adoptar medidas de ajuste urgentes y definitivas que puedan hacer viable el proyecto empresarial», según reproduce La Vanguardia.
Actualmente, Panrico es propiedad de varios bancos liderados por ING después de que estos se hicieran con el control al no poder pagar las deudas pendientes. En las próximas semanas, un fondo de inversión podría tomar a su vez el control tras inyectar varias decenas de millones de euros.
La batalla de las marcas blancas
En el 2010, el grupo registró unas pérdidas de 225 millones de euros, un 46% más. Las ventas descendieron un 12%, hasta 381 millones. La compañía, con una plantilla de 2.182 trabajadores, tiene en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal para 765 trabajadores de sus fábricas en Santa Perpètua, Paracuellos del Jarama, Sevilla y Murcia.
Los problemas de la histórica firma catalana se deben a la caída del consumo en España. Además la situación ha empeorado por «las denominadas marcas de distribución y su menor precio de producción y venta». A partir del 1 de noviembre, Jaume Casaponsa tomará las riendas de Panrico es sustitución del actual consejero delegado, César Barbají, que seguirá vinculado a la compañía.