Pallete pide tiempo muerto a los accionistas para gestionar el golpe de O2
Fainé asimila el "no" de uno de cada cinco accionistas cuando se ha votado su reelección como consejero. El nuevo número dos del grupo, Julio Linares, encaja el voto contrario del 33% de la junta
Telefónica abre un «periodo de reflexión» de varios meses antes de decidir qué hará con su negocio en el Reino Unido, bajo la marca O2, después de que el veto comunitario hiciera fracasar su venta al grupo asiático Hutchison. El acuerdo entre ambos grupos está en vigor hasta el 30 de junio, por lo que Telefónica tendría que llegar antes de esa fecha a un pacto si desea vender total o parcialmente la filial.
«Contamos en el Reino Unido con una operación que es muy fuerte. Tras recibir la decisión del regulador, ahora abrimos un periodo de reflexión para decidir cuál es el futuro de nuestra operación», dijo el nuevo presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en su primera junta de accionistas. «Que O2 se mantenga en Telefónica este año provoca una mejor cobertura del dividendo», agregó.
El grupo deberá lanzar una señal al mercado sobre cual es su disposición en relación a O2, al menos en sus resultados semestrales. Entonces se sabrá si lo mantiene calificado como «en venta» o se apunta contablemente los casi 2.000 millones al cambio de euros en ebitda y el importante flujo de caja del negocio.
El jueves, Sky News informó de que Apax, CVC y KKR preparan una oferta por la división, aunque varias fuentes dijeron que es difícil que puedan ofrecer un precio atractivo para la operadora. «Es muy difícil que los fondos interesados puedan alcanzar un precio que resulte interesante a Telefónica», dijo un banco de inversión que pidió el anonimato.
Fainé encaja un amplio «no» de los accionistas
Las acciones de Telefónica se llegaron a disparar más de un 4% durante la mañana y a las 17:00 horas subían casi un 3%. La junta aprobó todos los puntos del orden del día por una holgada mayoría salvo la reelección de varios consejeros como el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, o el consejero delegado de Telefónica, Julio Linares, que recibieron respectivamente el «no» de un 19% y un 27% de los accionistas.