La presión para remunerar depósitos sale muy cara a la banca: 15.000 millones al año
La mayoría de entidades caerían en pérdidas si tuvieran que remunerar a todos sus clientes en España con solo el 1% de sus ahorros
El euríbor se acerca al 4%, cuando hace un año justo salía de más de un lustro en negativo, y cerrará abril con una media superior al 3,7%, por encima del de marzo. Los hipotecados con crédito variable son los que más miran estas cifras, pero también lo hacen los bancos. No solo para actualizar los préstamos hipotecarios sino que esta escalada les añade presión. El runrún sobre cuándo empezarán a remunerar los depósitos, como se hace en otros países, es cada vez más fuerte, pero las entidades tienen un problema: apenas tienen margen, y si lo hicieran, caerían en pérdidas.
Algunos bancos, muy pocos, han empezado a hacerlo, pero de forma muy selectiva. María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, explicó el pasado jueves que ya han empezado a pagar un 1% a algunos clientes y aseguró que la campaña iba bien. Ese punto porcentual es una cifra modesta, en otras épocas se pagó tres y cuatro veces más, pero es suficiente como para hundir la banca. Fuentes del sector explican a Economía Digital que las entidades no están preparadas aún y que solo dando un punto, se comerían sus beneficios.
Solo es necesario hacer un cálculo rápido para corroborar que es así. Sumando los depósitos de clientes que tenían todas las entidades bancarias en España a finales de 2022, cifras que pueden encontrarse en sus balances publicados entre enero y febrero, el sector debería pagar 15.000 millones al año a sus clientes por los depósitos.
Estos datos incluyen todas las entidades asociadas a AEB y CECA y cuentan todo tipo de depósitos pues muchas entidades no los desglosan. Naturalmente, no es lo mismo remunerar depósitos a la vista con disponibilidad que otros a plazo, ni si el cliente tiene o no vinculación, o la cantidad base a remunerar. Hay muchos factores.
En función de ellos, la predisposición del banco a pagar será mayor o menor y el porcentaje también variará. Se da por hecho que cuando los bancos empiecen a remunerar de forma generalizada, no lo harán a todos sus clientes por igual sino para algunos tipos de depósitos y a los clientes que cumplan ciertos requisitos. Pero el cálculo a grosso modo da la idea de las dificultades que tendrían para librar una batalla comercial para captar cuentas.
Se ha cogido la cifra del 1% porque es lo que pagan ya algunos bancos, como Bankinter, y es prudente: de ser inferior, también sería dañina para el sector con el agravante de que el cliente a penas lo notaría. Para 10.000 euros, con un 1%, al final del año recibiría 100 euros. En cualquier caso, el cliente perdería poder adquisitivo pues la inflación sigue por encima del 3% y la subyacente, del 7%.
Santander, el más afectado
Los grandes bancos ganaron 20.000 millones el año pasado, pero solo algo más de 8.000 correspondía a su negocio en España, por lo que pagar los depósitos con 15.000 millones se llevaría por delante toda su rentabilidad en el país. De pagar los depósitos en su negocio a nivel global, contando sus filiales en otros países, algo que impactaría sobre todo en Santander y BBVA, lo que deberían desembolsar serían 24.000 millones.
El mayor banco español, Santander, ganó 9.605 millones de euros en 2022, su récord, pero solo 1.560 millones los ganó en España. Si pagara a sus clientes en el país un euro por cada cien que tienen en sus cuentas, le costaría casi 3.900 millones, es decir, más del doble del beneficio. A nivel mundial, la factura superaría los 10.000 millones.
Caixabank sería el segundo que más tendría que desembolsar, unos 3.700 millones, 500 millones más que lo que ganó en 2022. BBVA resistiría, pues tendría una factura de casi 2.500 millones en España, que a nivel global superaría los 4.000 millones, pero ganó 6.420 millones el año pasado. Sabadell pagaría a sus clientes más de 1.600 millones, casi el doble de los beneficios de 859 millones; Bankinter, pagaría 740 millones mientras ganó 560, y Unicaja, otros 740 millones, cuando solo ganó 260 millones.
Hay que matizar que los cálculos son sobre cifras de cierre de 2022, cuando, aunque habían empezado a subir los tipos de interés y el euríbor, aún se notó poco en sus balances. Este año se espera que se note más por la subida de los intereses de las hipotecas variables, que se están revisando todas al alza. De hecho, se esperan unos buenos resultados del primer trimestre pese al impuesto a la banca. En este contexto, podrían tener algo más de margen para remunerar depósitos, pero aún es pequeño y están empezando, los que lo hacen, con las empresas.
Los bancos no necesitan más dinero
Existe otro factor que no favorece el pago por los depósitos: en realidad, el sector no tiene una gran necesidad de hacerlo. Los bancos cuentan con una buena situación de liquidez y no necesitan grandes cantidades adicionales de dinero. La coyuntura actual hace que las entidades tengan suficiente líquido porque los préstamos, como evidencia el último informe del Banco de España, están cayendo por la incertidumbre económica y la subida de los tipos de interés.
Pero si necesitan más dinero para dar más créditos a sus clientes o para reforzar su liquidez, tienen al Banco Central Europeo, que les presta dinero al 3,5%, y el mercado interbancario, que lo hace por debajo del 4%. Esos precios son baratos si se comparan con la inflación subyacente, que en España es del 7,5% y en la zona euro, del 5,7%.
Además, las entidades españolas tienen a millones de clientes cautivos con los préstamos hipotecarios. Cuando los negocian, los bancos ofrecen mejoras de las condiciones a cambio de vinculación: cuentas, tarjetas, domiciliación de recibos, etc. Con estos productos que le unen a la entidad para 10, 20 o 30 años, la opción de llevar depósitos importantes a la competencia pasa a menudo por subrogar la hipoteca, algo que la gran mayoría de los clientes no suele ni plantearse.