Orange y MásMóvil negocian con Bruselas soluciones para culminar la fusión
El diálogo continúa y se discuten posibles condiciones para abordar la reducción de la competencia en el sector minorista de telecos
El consejero delegado de Orange, Ludovic Pech, ha anunciado que la compañía ha iniciado contactos con la Comisión Europea (CE) para tratar de convencer al ejecutivo comunitario sobre las «preocupaciones» planteadas en el proceso de fusión con MásMóvil. Con el objetivo de obtener la aprobación de la fusión con condiciones, Pech ha resaltado la importancia de establecer un «diálogo constante» y resolver las dudas planteadas por Bruselas.
Ambas telecos tienen un plazo de diez días para responder a los requerimientos de la Comisión Europea. Sin embargo, en caso de no lograr convencer a Bruselas, Orange y MásMóvil presentarán posibles soluciones para facilitar la aprobación de la fusión. Pech ha enfatizado que este proceso se está llevando a cabo de manera normal y ha expresado su confianza en lograr una solución favorable.
El pliego de cargos publicado recientemente por la Comisión Europea destacaba la posible reducción de la competencia en el mercado y el riesgo de una subida de precios como principales preocupaciones. Sin embargo, Pech ha recordado que el diálogo constructivo entre Orange y MásMóvil con Bruselas ha logrado eliminar las reticencias en el mercado mayorista, lo cual representa un avance significativo en el proceso de fusión.
El consejero delegado de Orange ha defendido que la fusión con MásMóvil permitirá que España se mantenga entre los países más avanzados de Europa en términos de digitalización. Además, ha subrayado que la nueva compañía resultante tendría una mayor capacidad de inversión que las dos operadoras por separado, lo que sería beneficioso para el desarrollo y la competitividad del mercado de las telecos en España.
Pech ha resaltado la necesidad de un nuevo marco europeo que garantice una inversión equitativa y unas reglas de juego justas. En este sentido, ha llamado a «establecer una aportación justa por parte de los grandes generadores de tráfico», argumentando que esto es esencial para evitar un rezago en la implantación de la tecnología en Europa.