Más allá de Madrid Nuevo Norte: Baraka tiene otro plan en Cataluña
Trinitario Casanova, el hombre que desafía a Merlin y BBVA en Madrid Nuevo Norte, prepara un complejo sanitario en la provincia de Barcelona
Es el hombre que desafía a BBVA y Merlin en la Operación Chamartín. Trinitario Casanova, el empresario alicantino que declara los derechos de reversión de parte de los vecinos afectados por Madrid Nuevo Norte, tiene más intereses inmobiliarios fuera de la capital. Conocido también por operaciones como la compra del Edificio España y adquisiciones de inmuebles en los barrios más cotizados de Madrid, el dueño de Baraka Hoding tiene un nuevo proyecto en la provincia de Barcelona.
Trinitario Casanova ha bautizado su nuevo proyecto como Barsana Ciutat de la Salut. Se trata de una ciudad hospitalaria y geriátrica que, según explican fuentes conocedores, todavía está en una fase «muy preliminar». Este complejo hospitalario estará situado en el municipio de Moncada, que se incluye «dentro del departamento de estudios del grupo», indican las mismas fuentes.
El nuevo proyecto de Baraka, el único ahora mismo activo en Cataluña, sigue la estrategia que el propio Casanova ya sugirió hace unas semanas. En una entrevista admitió que en la compañía estudiaban como vía de crecimiento inmobiliario activos alternativos, tales como edificios de oficinas, residencia de estudiantes u hospitales, como es el caso.
Barsana Ciutat de la Salut se une a otros proyectos que Casanova ha llevado a cabo en Cataluña en el pasado. A principio de 2018, en enero, Grupo Baraka cerró la adquisición de una parcela de uso logístico-industrial en el municipio de Sant Esteve Sesrovires, también en la provincia de Barcelona.
La operación se ejecutó después de que el holding inmobiliario comprara a los supermercados Consum una parcela con más de 30.000 metros cuadrados, donde se desarrollaría una nave logística. La inversión total de Baraka en el proyecto ascendió a 15 millones de euros.
Operación Chamartín: desafío a BBVA y Merlin
El avance de los planes de Trinitario Casanova en Cataluña coincide al mismo tiempo con su definitiva irrupción en Madrid Nuevo Norte, el proyecto urbanístico de la capital conocido originalmente como Operación Chamartín. El plan se ha desbloqueado y su trámite definitivo está previsto que llegue el próximo mes de diciembre.
El empresario afirma que es propietario de los derechos de reversión de los vecinos de la plataforma No Abuso, que en el pasado fueron expropiados con motivo de la implantación de la estación Chamartín. Allí, según la planificación del plan urbanístico, está previsto que se desarrollen en los próximos años 1,2 millones de metros.
Fuentes cercanas al caso apuntan a que Casanova, de acuerdo a lo que marca la ley y algunas sentencias judiciales emitidas en el pasado, no podrá ejecutar los derechos de reversión, pero desde su entorno niegan esta máxima y aseguran que tiene muchas posibilidades de salir ganador en los tribunales.
El objetivo es que Grupo Baraka desarrolle por sí mismo parte de los terrenos de Madrid Nuevo Norte, impidiendo así que lo hagan BBVA y Merlin, dos de las tres compañías que tienen el capital social de Distrito Castellana Norte (DCN), la sociedad encargada de desarrollar el proyecto.
Baraka, ante los rumores de negociación entre BBVA y Merlin para que la socimi de Ismael Clemente entrara en el proyecto, envió dos burofaxes en los que instaba a ambas empresas a abstenerse «de negociar la cesión de cualesquiera derechos en relación con el desarrollo urbanístico de los terrenos que integran el ámbito Madrid Nuevo Norte». El escrito daba por hecho que, obviamente, tampoco se podía «dar comienzo a aquel desarrollo urbanístico».
Los ‘pelotazos’ de Casanova
Trinitario Casanova, a través de Grupo Baraka, la empresa con la que crece al calor del ladrillo, suma en los últimos años una serie de proyectos urbanísticos que han llegado a ser calificados como auténticos pelotazos inmobiliarios.
Una de sus últimas operaciones fue la compra de 10 millones de metros cuadrados en Valdebebas o la adquisición del inmueble en Gran Vía 44, correspondiente a la antigua sucursal de Bankia, que posteriormente vendió al fondo estadounidense Hines.
El nombre de Trinitario Casanova se vincula sobre todo con la operación de compraventa del Edificio España. En aquella ocasión, el alicantino terminó enfrentado con Carmen y Luis Riu, quienes vencieron en los tribunales el pasado mes de mayo, cuando se concluyó la batalla legal iniciada tras la solicitud de paralización de las obras del hotel.
El empresario también ha cerrado operaciones millonarias fuera de las grandes ciudades que le han llevado a ganarse esta fama. Sin ir más lejos, hace menos de un mes selló la venta de la histórica Casa Cerdá, ubicada en la Plaza de Santo Domingo, en el centro de la ciudad de Murcia, por 20 millones de euros.