Stellantis elimina otra vez tres turnos en la producción de la fábrica de Figueruelas
La planta ubicada en el municipio de Figueruelas cancelará el turno de noche del 18 de septiembre y los de mañana y tarde del 19 de septiembre por la falta de componentes
La planta de Opel del grupo Stellantis ubicada en el municipio de Figueruelas, en Zaragoza, va a eliminar tres turnos en sus dos líneas de producción a causa de la falta de componentes. La cancelación afectará tanto al turno de noche del domingo, 18 de septiembre, como los de la mañana y tarde del lunes, 19 de septiembre.
No obstante, según ha remarcado la empresa, las dos líneas volverán a trabajar con normalidad desde el turno de noche del lunes, que comienza las 22.00 h, hasta el de la tarde del viernes, 23 de septiembre.
Por otra parte, se mantiene el turno productivo de mañana del sábado, 24 de septiembre, en ambas líneas, la 2 que fabrica el Opel Corsa, tanto de motor de combustión, como el modelo eléctrico, y la 1, que se encarga de los modelos Citroën C3 Aircross y Opel Crossland.
Parón en la producción
La planta ya había parado la producción a finales de agosto por la falta de suministros En concreto, la paralización de la sección de producción tuvo lugar a las 22.00 h del 25 de agosto y se extendió durante todos los turnos del 26 de agosto y el 27 de agosto por la mañana, para reanudar la actividad productiva a las 06.00 h del lunes, 29 de agosto.
Posteriormente, el 30 de agosto, volvió a emprender una parada que se alargó hasta el 2 de septiembre. A pesar de que hubo áreas que pudieron trabajar, como la de mantenimiento, la producción se vio completamente suspendida y afectó a la mayoría de los 5.000 trabajadores de la planta zaragozana, según apuntó el presidente del comité de empresa, Rubén Alonso.
«Los empleados tienen un sistema de distribución irregular de la jornada, que les permite cierta flexibilidad interna con un máximo de 25 días, pero hay compañeros que los han agotado y tendrán que acudir al ERTE, lo que les garantiza el 80% del salario«, señaló.
Así, explicó que el retraso en la llegada de suministros no solo afecta a Stellantis, sino también a las plantas de otros grupos automovilísticos. En este sentido, reconoció que los paros sucesivos afectan al cliente que «está esperando a su coche y esto supone una mayor demora porque cuanto más tarde se fabrican más tarde se entrega».