Oliu descarta la vuelta de Sabadell a Cataluña: “No está en la agenda”
El presidente no ve razones para volver a Sabadell y por otra parte, descarta dejar la presidencia a sus 72 años porque desde hace un año ya no tiene funciones ejecutivas
El presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu, descarta trasladar la sede a Cataluña. «No está en la agenda, no hay otra previsión que quedarnos en Alicante». Así de rotundo se mostraba tras ser preguntado en un encuentro con periodistas previo a la junta de accionistas del banco, que se celebra este jueves.
La entidad aprobó el cambio social de sede en 2017 por la incertidumbre política y económica generada tras el referéndum, pero ahora que las aguas están más calmadas tampoco tiene previsión de volver. «No sé que tiene que pasar para volver a Sabadell, pero no ha pasado». En la misma línea, Oliu ha descartado dejar la presidencia cuando se ha comentado si estaba en sus planes a sus 72 años.
En este sentido ha recordado que cuando César González-Bueno asumió el papel de consejero delegado hace un año, él dejó su cargo ejecutivo tras 21 años, cumpliendo con lo que pide el Banco Central Europeo. Pero no está en su horizonte dejar la presidencia «si el consejo no lo pide».
También se pronunciaba sobre la evolución que ha tenido el banco en el último año y los buenos resultados presentados en 2021 (el beneficio fue de 530 millones frente a los 2 millones de un año atrás). «El banco necesitaba cambios y así lo plantee a finales de 2020», y fue en este contexto donde surge «la apuesta» de nombrar a un nuevo CEO «para ejecutar un cambio que era tan necesario», insistía.
En su opinión, 2020 fue un ejercicio «difícil, con gran agitación y reflexión estratégica» tras la pandemia y el intento fallido de fusión con BBVA. Pero la llegada de González-Bueno impulsó un nuevo modelo de negocio dividido en banca de empresas, particulares y banca corporativa, además de TSB y México. Y todas estas áreas han funcionado. «No puedo decir nada negativo, espero que mañana los accionistas estén satisfechos con estos cambios».
En este sentido se ha referido a la reestructuración de costes que han ejecutado durante los dos últimos años, y que ha supuesto la salida de más de 3.400 trabajadores en España, además del cierre de cientos de oficinas. «Es una fuente de competitividad para los años siguientes». Pese a la reducción de plantilla, ha dicho, el nivel comercial del banco «ha sido positiva».
En general, el Sabadell «ha cerrado un buen año» presumía. «Hemos crecido en crédito, en parte impulsado por las hipotecas de Inglaterra, pero también en fondos de inversión, seguros… «. Y aquí recordaba que el ROTE ha llegado al 5%, cuando aún están «a medio camino» del plan estratégico. «Tenemos ambición de ir mejorando nuestro ROTE, el punto de llegada es el coste de capital y el objetivo es 2023».
Al ser preguntado por la posibilidad de que Sabadell salga de compras o incluso vuelva a intentar una nueva fusión, el presidente aseguraba que «no hay nada previsto» en ninguno de los dos sentidos. De momento el foco está puesto en mejorar la rentabilidad y el año que viene analizarán cuál es el siguiente plan.
Respecto a TSB, su filial británica, Josep Oliu explicaba que si bien, hace cuatro años tuvieron «un percance», en 2021 «levantó las apetencias del mercado» refiriéndose a la oferta de compra que recibió el pasado mes de noviembre por parte de The Co-operative Bank por más de 1.000 millones de euros. «¿Para que nos vamos a plantear vender un negocio que es de los más rentables?».
Oliu sobre TSB: «Fue una operación muy osada»
Justificaba entonces que las razones que llevaron al banco a invertir en TSB en 2015, «todavía existen» y hoy por no hoy no está encima de la mesa vender. «En su día fue una operación muy osada«, apuntaba, y luego llegó la salida del Reino Unido de la Unión Europea y los problemas de la migración tecnológica, pero todo esto ha quedado atrás, comentaba.
El presidente de Sabadell defendía que la compra de TSB se hizo para diversificar riesgos y ampliar su negocio de hipotecas, que es su principal negocio en Reino Unido, y tras dos años donde se ha hecho un plan de reestructuración «importante», está preparado para dar noticias positivas.