OHL multiplica sus pérdidas por 127
La constructora de la familia Villar Mir dispara los nĂşmeros rojos hasta los 1.529 millones impactada por la venta de la filial de Concesiones
Obrascon Huarte Lain (OHL) cierra el peor ejercicio de su historia. La constructora de la familia Villar Mir perdió 1.529,8 millones de euros en 2018, una cifra que multiplica por 127 los números rojos del ejercicio anterior, que fueron de 12 millones de euros. Impactó la venta del negocio de concesiones sí, pero no fue la única explicación de las abultadas pérdidas.
De este modo, en el último trimestre, el conglomerado incrementó las pérdidas en 194 millones de euros frente al agujero de 1.335 milones que arrastraba desde septiembre.
La empresa dirigida por José Antonio Fernández Gallar también vio caer sus ingresos el 6,9% hasta los 2.954 millones de euros por culpa de la menor actividad en construcción, que facturó el 6,2% menos (2.496 millones) y el declive del negocio industrial, que cayó el 29% (189,9 millones), según las cuentas hechas públicas este jueves.
Las razones de las pérdidas millonarias
A OHL se le juntaron tres factores para obtener el peor resultado de su vida. El primero fue que el negocio no le va bien, como demuestra un Ebitda negativo de 448, millones de euros; golpeado otra vez por el mal resultado de la división de construcción, con un resultado de explotación de -282,1 millones de euros.
El segundo de los motivos fue la revisión de los proyectos en cartera realizada por el actual equipo directivo. Según sus estimaciones, aproximadamente el 20% de los contratos de la cartera están en peligro, por lo que tuvo que devaluar muchos de sus activos.
La tercera justificación para los números rojos fue la venta del negocio de Concesiones al fondo de inversión IFM que, si bien redujo la deuda hasta una posición de tesorería de 347 millones, le obligó a contabilizarse unas pérdidas de 550 millones de euros por ajustes contables.
¿OHL vislumbra la luz?
Pero a pesar de perder 1.529 millones, OHL dejó una pista para el optimismo en sus cuentas. En el último trimestre, la constructora logró poner fin a la sangría y obtuvo un Ebitda positivo de 19 millones. La cifra «da mayor visibilidad a la rentabilidad de negocio recurrente una vez aislados los proyectos fallidos», celebra el informe de gestión del año.