Nyesa, la antigua Inbesós, reducida a la mínima expresión

Sale del concurso con 11 filiales liquidadas y dos absorbidas por la matriz

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Casi seis años después de que la familia Bartibás –propietaria de Hormigones y Construcciones de Aragón (Horcona)– se hiciera con el control de la inmobiliaria catalana Industrias del Besós (Inbesós), y pasara a convertir Nyesa Valores Corporación en la matriz de un grupo cotizado en bolsa con más de 40 sociedades dependientes, la situación ha dado un vuelco radical.

Horcona ha entrado en liquidación y Nyesa ha logrado superar a duras penas el concurso, tras liquidar 11 filiales, con un convenio que implica la absorción de dos filiales por parte de la cabecera.

Renegociación inicial de deuda

Poco más de un lustro en los que Nyesa se vio obligada desde el mismo momento de pasar a controlar Inbesós a sentarse a renegociar deuda con las entidades financieras. En el último trimestre de 2008, el proceso acabó con la reducción de la deuda, de 650 a 440 millones, mediante la compra de activos por parte de la mayoría de las entidades financieras y de acuerdos bilaterales.

Además, llevó a concurso de acreedores a las filiales de gestión, diseño y explotación de campos de golf. Acometió desinversiones en viviendas y hoteles y aplicó una rigurosa política de gasto corrientes, con el cierre de varias oficinas y el despido de un centenar largo de empleados.

Línea de capital, abierta y cerrada

No fue suficiente. A los pocos meses, ante el constante deterioro de los mercados y el endurecimiento de acceso a financiación, Nyesa tuvo que volver a renegociar la deuda y acudir a líneas alternativas de financiación. En abril de 2010 logró suscribir con el fondo GEM una línea de capital por 100 millones de euros, que le supuso materializar ampliaciones de capital por casi 20 millones de euros en menos de un año, hasta que el fondo cortó el grifo en abril de 2011.

A partir de entonces, primero preconcurso de acreedores, en septiembre de 2011, y finalmente concurso, en febrero del 2012, con un pasivo global de 1.244 millones de euros, con 435 millones de deuda financiera.

La negativa de Corbis

La marcha atrás de Corbis –grupo familiar español que invierte y desarrolla sociedades industriales y de servicios, y presidido por el empresario Javier Pintó– a rubricar el preacuerdo alcanzado de pagar algo más de dos millones de euros por 12,71% de Nyesa, no dejó otra opción al grupo aragonés que reconocer su insolvencia.

Además, la marcha atrás de Corbis coincidía con el hecho de que el 21% del capital del grupo aragonés pasaba a manos de Riberalia Servicios Generales, al adquirir 34,1 millones de acciones por 5,8 millones de euros en cumplimiento de una sentencia judicial condenatoria.

Daciones en pago sin parar

Durante el concurso, Nyesa ha seguido reduciendo deuda mediante daciones en pago de activos no estratégicos, y reduciendo, en un 70%, los gastos de estructura y de personal. Además, ha llevado a liquidación 11 de sus filiales.

Para tratar de que los acreedores accedieran a aceptar la propuesta de convenio –cosa que finalmente han hecho–Nyesa logró la novación de la línea de capital con GEM, que permite seguir suscribiendo sucesivas ampliaciones de capital hasta el año 2020.

Ingresos recurrentes

También ha alcanzado acuerdos de gestión de activos de las entidades financieras que ya le están reportando ingresos recurrentes. Cuenta con una cartera de unos 450 inmuebles por cuya venta está obteniendo una comisión, por cada unidad vendida, de entre 3.000 y 9.000 euros.

Nyesa, además, mantiene bajo su propiedad dos hoteles, el Tryp Macarena Sevilla y el NEXH Zaragoza, así como diversas oficinas, pisos y locales comerciales. Y, sobre todo, confía en sacar adelante un proyecto en Costa Rica, en el que va de la mano, al 50%, con Riberalia. Se trata del complejo La Roca, un megaresort turístico, recreativo y residencial, enclavado en una superficie de 250 hectáreas en la costa del Océano Pacífico.

Reducción y ampliación de capital

Además de las proposiciones de quita y espera o de capitalización sin quitas –si no se aceptan las quitas expresamente, se entiende que los acreedores optan por la capitalización–, el convenio incluye una reducción del capital, mediante disminución del valor nominal de las acciones, como paso previo para racionalizar la viabilidad de Nyesa, y finalmente, una ampliación mediante la aportación del 9,74% de la mercantil Nyesa Genérica.

Y, también, como condición previa, la absorción de Nyesa Gestión y de Nyesa Servicios Generales por parte de la matriz, Nyesa Valores Corporación. Con la fusión, se eliminarían más de 52 millones de euros en avales duplicados y otros casi 150 millones correspondientes a deudas cruzadas entre las tres sociedades.

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