Núñez y Navarro mejora el beneficio en plena crisis inmobiliaria
El grupo dispone un activo consolidado de 1.360 millones, que incluye inmuebles valorados en libros en más de mil millones
Núñez y Navarro (NyN) es un grupo inmobiliario atípico. Está sorteando la crisis sin demasiados problemas, cosecha regularmente resultados positivos y conserva la plantilla intacta. Además sigue invirtiendo sin desmayo, a la espera de que escampe la racha recesiva y el sector vuelva a la senda de la normalidad y el crecimiento. El consejo de administración está formado por Josep Lluís Núñez, su esposa Maria Lluïsa Navarro, y sus hijos Josep Lluís y Josep Maria.
En estos momentos tiene en marcha la construcción de dos hoteles, que se prolongará durante un par de años, con un coste de 34 millones de euros. Asimismo ha aplicado 4,5 millones a rehabilitar hoteles que ya funcionan y otros 23 millones a edificios para viviendas y oficinas.
Diversificación
Núñez y Navarro es un conglomerado de medio centenar de empresas dedicadas a la triple actividad de construcción, explotación de un parque de ocho hoteles y promoción inmobiliaria. Esta última, a su vez, abarca la compraventa de edificios y la gestión de aparcamientos.
El conjunto alcanzó el pasado ejercicio un giro consolidado de 82 millones, frente a los 103 millones del anterior. El retroceso obedeció al menor volumen de las ventas de bienes raíces. Los arrendamientos supusieron 46 millones, los ingresos hoteleros 32 millones y el resto provino de la prestación de servicios. El flujo de caja se cifró en 26 millones. El beneficio neto subió de 3,6 a 5,3 millones.
Patrimonio
La plantilla de NyN abarca 550 empleados. El grupo luce un activo consolidado de 1.360 millones, que incluye inmuebles valorados en libros en más de mil millones. Los fondos propios ascienden a casi 500 millones y el pasivo bancario suma 780 millones. Las disponibilidades líquidas del grupo se cifran en cerca de 150 millones, el grueso de los cuales está depositado en una sicav.