Nuevo logro del lobby asegurador: el latigazo cervical será difícil de demostrar
Las compañías de seguros salen beneficiadas con los nuevos baremos de las indemnizaciones por accidentes. Pagarán más por los fallecidos y heridos graves pero pondrán trabas al reconocimiento de las lesiones leves. Si hay demanda judicial, el afectado tendrá que asumir el coste
El Gobierno de Mariano Rajoy ha reformado los baremos para las indemnizaciones por accidentes de tráfico y el sector asegurador, que defiende la reforma como propia, se muestra satisfecho con una nueva normativa que permitirá mejorar de forma considerable las indemnizaciones por fallecidos y heridos con secuelas de gravedad.
En principio, luce como una reforma plausible para las víctimas de tráfico pero, en el fondo, los nuevos criterios benefician enormemente al lobby asegurador. La gran mayoría de los afectados por accidentes de tráfico son heridos leves, afectados por pequeños accidentes. El número de fallecidos en carretera y las invalideces graves han disminuido de forma drástica en los últimos años.
Donde se deciden los resultados de las empresas de seguros es en los accidentes leves, los mayoritarios. En este ámbito, las aseguradoras han propuesto –y han conseguido— endurecer los criterios para demostrar este tipo de lesiones. «Creemos que el latigazo cervical desaparecerá prácticamente de las indemnizaciones al igual que el estrés post-traumático. Exigirán pruebas concluyentes que no existen porque las lesiones menos graves no se pueden demostrar con una radiografía», explica Francisco Canes, presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes, DIA.
A pagar para ir a juicio
El grueso de los asegurados tendrán a partir de enero próximo más dificultades para probar las consecuencias del accidente. «Será necesario hacer un mayor esfuerzo probatorio. Ahora la valoración de un médico es suficiente, pero desde 2016 será más difícil probarlo. Se elimina la vía penal, por lo cual es de esperar que muchos usuarios desistan de usar la vía civil donde deberán asumir el pago del proceso. Y todo se basa en la percepción de las compañías de qu el suscriptor de seguros suele ser un defraudador», explica Ignacio González Gugel, abogado de la firma dPG Legal, con una notable especialización en accidentes de tránsito.
El experto legal en accidentes explica que los coches han evolucionado para absorber impactos con gran fuerza pero esa innovación ha elevado las dolencias por latigazos cervicales.
Con el nuevo esquema, las aseguradoras (Mapfre, AXA, Zurich, FIATC y Allianz a la cabeza) no sólo tendrán la capacidad de compensar con creces lo que pagarán de más por fallecido o heridos graves sino que también podrán prescindir de buena parte del personal dedicado a los pleitos judiciales. Es una ganancia de doble vía.
El argumento del fraude
La patronal sostiene que los cambios apuntan a desjudicializar las reclamaciones y también a combatir el elevado fraude, aunque reconoce que habrá que ser «más riguroso» para demostrar dolencias comunes como el latigazo cervical. La Asociación Empresarial del Seguro, Unespa, explica que los intentos de fraude en los pequeños accidentes de coche ascienden anualmente a 755 millones de euros en España. Además, defiende que la eliminación de la vía penal –sin coste para el afectado– redunda en beneficio del sistema judicial, atascado con dificultades para agilizar los casos.
El Partido Popular avala el razonamiento y ha accedido a imponer trabas al acceso a los tribunales, tal como hizo con las tasas judiciales y con el intento de privatización del Registro Civil.