Nueve maneras en las que la paternidad afecta a tu éxito
Diferentes estudios analizan los cambios que la paternidad tiene respecto a la productividad, el ambiente laboral y los vínculos afectivos
Ser padre no es comprar una prenda de talla única a la que todo el mundo le sienta igual cuando tiene un hijo.
Los padres trabajadores tienen que escoger entre muchas prendas cuando tienen hijos, y para cada uno de ellos la manera y la ocasión en que eligen esa «indumentaria» es distinta.
Algunos padres dividen las tareas del cuidado de sus hijos con su pareja por la mitad; mientras que otros se concentran en llevar el pan a la mesa y otros, por su lado, en ser los principales cuidadores del hogar.
Después de todo, la paternidad activa afecta inevitablemente al éxito, aunque el cómo es una cuestión algo más compleja.
Ojalá estos estudios empiecen a aclarar la pregunta de cómo ser padre influye en el éxito y nos ayude a entender la cantidad de factores que entran en juego:
Ser padre puede facilitar que te contraten
Ser padre puede facilitar que te contraten. Pixabay
Un estudio de Cornell halló que, mientras que los empleadores suelen discriminar a las madres, la paternidad en cambio conlleva una mejoría en la opinión de los contratadores.
Como parte del estudio, los investigadores enviaron a los empleadores currículos falsos y casi idénticos entre sí, con una diferencia sustancial: en algunos se indicaba que el candidato pertenecía a una asociación de padres y profesores.
Los currículos de los aspirantes en los que aparecían estas asociaciones recibían más llamadas que los de los hombres en los que no figuraban, mientras que las mujeres que incluían este dato veían sus posibilidades de seguir en el proceso de selección reducidas a la mitad.
Los participantes en el estudio también calificaban a los padres como candidatos más deseables que las madres y que los hombres sin hijos, y los consideraban más capaces. Al tiempo, los candidatos que eran padres recibían permisos para llegar tarde al trabajo en muchas más ocasiones que las madres o los que no tenían hijos.
Tener hijos puede ayudarte a ganar más dinero
De media, los hombres ganan un 6% más cuando tienen un hijo y viven con él, según un estudio. Pixabay
«Para la mayoría de hombres el hecho de la paternidad conlleva una mejoría salarial», según indican el presidente del grupo de investigación Third Way, Jonathan Cowan, y la académica Elaine C. Kamarck en «The Fatherhood Bonus and The Motherhood Penalty: Parenthood and the Gender Gap in Pay.» («El bonus de la paternidad y el lastre de la maternidad: Crianza y brecha salarial.»)
En el artículo académico, la autora Michelle J. Budig, una profesora de la University of Massachusets-Amherst, escribe: «Mientras que la brecha salarial por razón de sexo se ha reducido, la brecha por motivos de paternidad está creciendo.»
En los quince años que lleva investigando la cuestión, Budig ha llegado a la conclusión de que, de media, los hombres ganan un 6% más cuando tienen un hijo y viven con él, mientras que las mujeres ganan un 4% menos por cada hijo.
Esto encaja con el planteamiento del estudio de Cornell de que los empleadores están dispuestos a ofrecer a los padres sueldos mejores que a los hombres que no lo son, las madres y las mujeres sin hijos.
Los padres no son menos productivos que los hombres sin hijos
Los padres se vuelven un 52% más productivos. Pixabay
En contra de la creencia popular de que los padres (que a menudo tienen más responsabilidades que los trabajadores sin hijos) son más propensos a distraerse en el trabajo, los estudios muestran que los padres no son significativamente menos productivos que los hombres sin hijos. De hecho, la productividad de algunos padres se puede incrementar por este motivo.
Tras analizar los estudios publicados por más de diez mil académicos economistas, por encargo del Banco de la Reserva Federal de Saint Louis, un grupo de investigadores concluyó que en el transcurso de una carrera profesional de treinta años los padres de al menos dos hijos son ligeramente más productivos que los padres de un hijo o los hombres sin hijos.
Los padres se vuelven un 52% más productivos tras el nacimiento de gemelos.
Los padres activos acostumbran a ser mejores empleados
Crear una familia contribuye a desarrollar la capacidad negociadora. Pixabay
Los investigadores de la Clark University y del Center for Creative Leadership de Greensboro (Carolina del Norte)estudiaron el modo en que la implicación para con sus hijos de los responsables de empresas afectaba a su rendimiento laboral, y concluyeron que ser un padre activo puede mejorar ese rendimiento debido a que, en el acto de criar hijos, se desarrollan habilidades que pueden ser de utilidad en el trabajo.
Los investigadores proponen que crear una familia contribuye a desarrollar la capacidad negociadora, a ceder, a resolver conflictos, que mejora la paciencia y la capacidad de realizar varias tareas simultáneamente, y que la experiencia familiar proporciona a los responsables sentimientos positivos, que trasladan a su lugar de trabajo e incrementan su rendimiento.
Ann Crittenden, autora de «If You’ve Raised Kids, You Can Manage Anything» («Si has criado hijos, puedes gestionar cualquier cosa») parece estar de acuerdo. Como escribe en su libro: «Cualquiera que haya aprendido cómo tranquilizar a un crío enfadado, calmar los ánimos de un adolescente de los nervios o manejar un hogar complicado también puede calmar a un jefe encendido, gestionar una crisis, hacer malabares con varios asuntos urgentes al mismo tiempo, motivar a un equipo y sobrevivir a las más retorcidas intrigas de oficina.»
Los padres son más ambiciosos que quienes no tienen hijos
Los padres que no quieren ascender parecen responder más a la falta de recursos que de ambición. Pixabay
Según LeanIn.Org y McKinsey & Company, los padres son más propensos expresar que quieren un ascenso y subir en la escala jerárquica que quienes no tienen hijos.
Los padres que afirmaron no querer ascender en la escala de puestos directivos señalaban, por enorme mayoría, que era por la dificultad para conciliar su vida familiar y laboral.
Conque los padres que no quieren ascender parecen responder más a la falta de recursos que de ambición.
Las amistades cambian invariablemente tras el nacimiento de un niño
Después de ser padres, el tiempo dedicado a los amigos se reduce. Pixabay
Las reflexiones sobre el éxito suelen reducirse a una mejoría en la trayectoria profesional y económica, pero hay otros factores importantes (como las relaciones interpersonales) que desempeñan un papel esencial en nuestro bienestar.
Cuando la revista Child encuestó a unos mil padres y madres, casi la mitad reconocieron que tenían menos amigos desde que tenían hijos.
Y mientras que el 67% de los hombres se sentían satisfechos con sus amistades antes de tener hijos, solo el 57% se sentía así después.
Un factor esencial puede ser el tiempo: antes de tener hijos los hombres indicaron que pasaban 16 horas con amigos a la semana, de media. Después de ser padres, ese tiempo se reducía a seis horas.
Los matrimonios suelen resentirse tras el nacimiento de un hijo
Cuantos más hijos había en la familia, menor era el nivel de satisfacción conyugal de los padres. Pixabay
En una revisión cruzada de estudios previos, los investigadores conlcuyeron que la paternidad suele tener un efecto negativo en la satisfacción conyugal debido a los conflictos que se derivan de la redistribución de roles en el matrimonio y en la pérdida de libertad de los padres.
El estudio también indicaba que cuantos más hijos había en la familia, menor era el nivel de satisfacción conyugal de los padres.
Para los hombres el efecto en esa satisfacción se mantenía en niveles similares durante el crecimiento de los hijos, mientras que las madres de niños pequeños acusaban más esa influencia.
Además, los padres de niveles socioeconómicos altos, más jóvenes y que hayan sido padres en años más recientes tienden a notar más los efectos negativos en sus matrimonios.
Los padres tienden a ser menos sanos que quienes no tienen hijos
Quienes no son padres llevan vidas más sanas que quienes sí lo son. Pixabay
John Dick, el fundador de CivicScience, una plataforma de encuestas que catalogó más de un millón de respuestas a su cuestionario de estado de paternidad, escribía en Quartz que quienes no son padres llevan vidas más sanas que quienes sí lo son.
Según los resultados presentados por Dick, quienes no son padres tienen un 75% más de probabilidades que quienes sí lo son de dormir una media de más de ocho horas por noche, mientras que los padres presentaban un 29% más de probabilidades de responder que dormían menos de seis horas por noche. Previsiblemente, los padres tienen un 28% más de probabilidades de indicar que beben café «todos los días sin excepción».
Del mismo modo, hay un 73% de probabilidades de que quien no es padre señale que «nunca» consume comida en restaurantes de comida rápida y un 38% de que acuda al gimnasio una vez por semana o más, mientras que los padres tienen un 17% más de probabilidades de responder que nunca hacen ejercicio, un 10% a considerarse pasados de peso, un 54% a reconocer que fuman a diario, según Dick.
Tener un hijo influye enormemente en la felicidad de un padre
Ser padre influye enormemente en la felicidad. Pixabay
Mucha gente mide su éxito en función de su felicidad, y numerosos estudios muestran que ser padre desempeña un gran papel en esto.
Como la estudiosa de la felicidad Sonja Lyubomirsky explica en Time, algunas investigaciones indican que los padres son más felices que quienes no tienen hijos, mientras que otras apuntan en la dirección opuesta: depende enteramente de los padres y los hijos.
Su análisis exhaustivo de varios estudios revelaba, por ejemplo:
—Que los padres jóvenes y los padres de hijos pequeños suelen ser especialmente infelices.
—Los padres, matrimonios y padres de hijos emancipados suelen mostrar altos niveles de satisfacción vital, felicidad y realización.
No obstante, señala que «todos los tipos de padres han indicado que le encuentran más sentido a la vida que quienes no tienen hijos, lo cual permite concluir que las recompensas de la paternidad pueden ser mayores que las satisfacciones (o disgustos) cotidianos.»
Noticia original de Business Insider España. Autor: Rachel Gillett