Nissan y Acciona van a la greña (o eso hacen ver) por 500 empleos
El fabricante de automóviles y su subcontrata se enzarzan mientras la plantilla bloquea la entrada de la fábrica de Zona Franca (Barcelona)
El culebrón del cierre de Nissan Barcelona está lejos de terminar. Después de anunciar la bajada de la persiana de su centro de Zona Franca (Barcelona) y llegar a un pacto con sus 2.500 trabajadores, el foco del conflicto se centra ahora en el futuro de la plantilla de sus subcontratas. Y el primer episodio se vive con los 500 empleados de Acciona que prestaban servicios en el centro.
La planta de Nissan en Barcelona debió volver a ensamblar coches hace casi un mes, pero la huelga convocada por las aproximadamente 500 personas contratadas por Acciona ha hecho imposible el regreso de los trabajos. Como medida, la compañía nipona ya comenzó a formar a su plantilla para que ocupe los puestos vacantes y ayudar así a saldar el evidente exceso de personal que tiene actualmente debido a las bajas producciones.
«Lamentando mucho la decisión de Acciona, la única opción viable para Nissan es prepararse para la internalización de los servicios que hasta el 10 de agosto de 2020 nos venía prestando Acciona, cuyo contrato fue injustamente resuelto por su parte”, dijo el fabricante el sábado.
Ambas compañías han abierto un enfrentamiento mientras se responsabilizan la una a la otra del ERE para los 500 trabajadores de Acciona que está sobre la mesa. La automovilística asegura que fue Acciona la que rompió el contrato y que la semana pasada no aceptó ninguna de las propuestas que le hizo con tal de recobrar la producción.
Nissan y Acciona: comunicados opuestos
Según dijo en un comunicado, en los últimos días ofreció «una solución a tan difícil situación ofreciendo la posibilidad de suscribir un nuevo contrato con duración hasta 31 Diciembre de 2021». No obstante, esta propuesta ha sido «rechazada» por la dirección de Acciona, cerrando así la oportunidad de llegar a una solución favorable para las partes.
En cambio, la postura de Acciona es muy diferente. «Nissan ha rechazado de manera taxativa que los trabajadores de nuestra empresa participen en la reindustrialización futura», respondió la firma de servicios.
A lo sucedido hay que sumar la inacción de las administraciones. Hasta la semana pasada, ni Generalitat ni Gobierno han movido un solo dedo para mediar en el conflicto, tal como explicaron trabajadores en conversación con Economía Digital. Tanto desde el comité de empresa como desde el bufete de abogados Col·lectiu Ronda la sensación compartida era que ninguno de los dos Ejecutivo habían hecho «absolutamente nada».
Y mientras, la plantilla mira como sus peticiones no son escuchadas con la mosca detrás de la oreja. Según dicen desde el comité de empresa, dudan incluso de que el conflicto entre ambas compañías sea real y no una estrategia para justificar el ERE.