Nissan vuelve al trabajo en Ávila mientras Barcelona va a la huelga
Nissan reiniciará el próximo lunes su actividad en la fábrica de Ávila pero en Barcelona siguen sin asegurar un plan de futuro
La empresa automovilística Nissan volverá a la actividad el próximo lunes 27 de abril con una veintena de operarios en su fábrica de Ávila para la preparación de vehículos de ocasión de Renault. La apertura contrasta con la situación que está viviendo la compañía en Barcelona, donde existe un tremendo revuelo por no tener previsto cuándo va a reabrir sus plantas. Por este motivo, los sindicatos han convocado una huelga indefinida en la capital catalana.
Lo único que prevé Nissan en Barcelona, por el momento, es subir sus persianas de forma excepcional y temporal para cumplir con un pedido de Mercedes Clase X, cuyo trabajo finalizaria en junio. Por el contrario, la capital abulense abrirá las instalaciones del Cylog el próximo lunes en la factoría de Las Hervencias, donde los trabajadores se encargarán de la reconversión de la planta en un centro de producción de recambios para la Alianza Nissan-Renault. El grueso de la producción se iniciará una semana más tarde.
El lunes 4 de mayo es la fecha elegida por el comité de empresa y la dirección de la multinacional para que la planta comience a retomar la actividad normal, lo que se prevé hacer de forma progresiva y con las medidas de seguridad correspondientes para intentar minimizar riesgos y tratar de impedir contagios por coronavirus. El 4 de mayo, cuando se calcula que habrán vuelto al trabajo en Ávila unos 70 trabajadores, coincide con el día en que se inicia la huelga por parte de los operarios barceloneses.
El fabricante japonés ha aplicado un expediente de regulación de empleo (ERTE) por fuerza mayor en Barcelona por la dificultad de producir a causa del impacto del coronavirus. Los sindicatos temen que se puedan aprobar expedientes similares para cubrir todo mayo y junio —e incluso más allá— sin que haya garantías de que se realice en las mejores condiciones.
Además, el expediente actual en Nissan en Barcelona ha llegado en un momento en el que la planta de Zona Franca estaba operativa a menos del 25% de su capacidad por la falta de carga de trabajo, por lo que los sindicatos temen también que la compañía japonesa esté buscando la manera de acabar por cerrar las plantas en Cataluña.
De hecho, cuando se cierre el proyecto temporal para Mercedes en Barcelona, toda la plantilla volverá a estar sin trabajo en junio —con una factura del paro que ascendería a unos 3.500 empleados—. Además, según el comité, Nissan no tiene planeado recuperar la producción de la planta anterior al estado de alarma, por lo menos hasta septiembre, teniendo en cuenta que en agosto se contemplan tres semanas de vacaciones.
Nissan reorganiza su estructura europea
La fábrica catalana es una pieza muy pequeña en el complicado ecosistema de la empresa japonesa en Europa. El grupo hace meses que se replantea su presencia en Europa, donde las ventas no dejan de caer año a año a pesar del éxito del modelo Nissan Qashqai.
Bloomberg ya informó en octubre que el fabricante sondeaba deshacerse de sus centros productivos en el continente europeo ante la crisis que la azota en el territorio. Las ventas cayeron en 2019 el 20%, por lo que la próxima estrategia podría ser centrarse en las plantas asiáticas mientras su socio Renault se encarga de las instalaciones europeas.