Nissan rompe la promesa de crear 1.000 empleos en Barcelona
La fábrica catalana de la marca sólo ha generado cien puestos de trabajo este año y acaba de anunciar a los sindicatos la salida de veinte de estos temporales
El fabricante japonés de automóviles Nissan vive un momento dulce de ventas gracias a su liderazgo en el sector de moda, los SUV, y a su superventas Qashqai. Pero la situación de sus fábricas españolas, que producen modelos más de nicho o que no han encontrado un hueco en el mercado, no refleja esta situación.
Es el caso de la planta de Barcelona, que fabrica tres modelos que o no han cubierto las expectativas o todavía están despegando, lo que ha provocado que no haya podido cubrir las previsiones de producción. Por ello, ha dado carpetazo a su ambiciosa promesa de creación de empleo.
En octubre del año pasado, cuando Nissan anunció el inicio de la fabricación de la pick-up Navara en la Zona Franca, aseguró que iba a suponer la creación de 1.000 puestos de trabajo cuando el modelo estuviera a plena producción.
Con dos turnos del Navara ya en marcha, sólo se han creado 100 empleos, y de estos, unos 20 desaparecerán a final de mes, según ha anunciado la dirección al comité de empresa. Se trata de temporales que no se renovarán. Los 80 restantes sí se renovarán, pero sólo por un mes, a la espera de cómo evolucione la producción.
No más de 400 empleos
La previsión del millar de empleos era a medio plazo, cuando ya se fabrique la pick-up para Renault i Daimler. El inicio de la producción de estos modelos hermanos del Navara está prevista para el año que viene, en primavera y otoño respectivamente.
Sin embargo, con un tercer turno no se crearán más de 400 puestos de trabajo, según los cálculos de los sindicatos. La empresa no ha respondido a Economía Digital sobre las previsiones de contratación.
Cuando en febrero se puso en marcha el segundo turno, se necesitaron 250 personas para cubrirlo, pero Nissan sólo contrató a 100. El resto fueron traslados de otras áreas, en algunas de las cuales se cubrieron con subcontratas, como explicó Economía Digital.
El lastre del Pulsar
La causa principal de la lentitud en la creación de empleo es que la producción no está cumpliendo las expectativas. No la del Navara, que es un modelo que está despegando, sino la del Pulsar. Los cálculos de los 1.000 empleos incluían incorporaciones en la otra línea de producción, pero ésta va más bien a la baja.
La línea fabrica la furgoneta NV200, que se está produciendo en línea con las previsiones, y el Pulsar, un turismo compacto del segmento líder del mercado, el C. Este modelo, cuando se asignó, debía asegurar el empleo en Barcelona, pero sus ventas han quedado muy lejos de lo que se esperaba de él.
Demasiado caro
La baja aceptación comercial del Pulsar está causada por dos factores. Por un lado, una tendencia de mercado de la que la propia Nissan se ha beneficiado enormemente: el trasvase de clientes desde el segmento C hacia los SUV. Gracias a ello, ha vendido y vende Qashqai sin parar.
Sin embargo, eso no lo explica todo. Otros modelos de este segmento C, como el Golf, el C4 o el León, son líderes en sus principales mercados. Los sindicatos aseguran que los costes de producción del Pulsar son demasiado altos, ya que muchos componentes vienen del Reino Unido, lo que encarece el producto y no lo hace atractivo en el mercado.
A mitad de producción
Actualmente, se fabrica a un ritmo de 35.000 unidades al año, menos de la mitad de las 80.000 inicialmente previstas. Esto llevó a la planta catalana de Nissan a cerrar su último año fiscal (abril 2015-marzo 2016) con una producción total de unas 90.000 unidades, lejos de las 130.000 previstas.
Para este año, las previsiones superan las 160.000 unidades tras la incorporación del Navara, pero la baja aceptación del Pulsar hacen prever que la cifra final tampoco se acercará al objetivo. Fuentes sindicales aseguran que se está produciendo a ritmo de 120.000 vehículos anuales.
El año que viene se empezará a fabricar el Navara para Renault y Daimler, lo que debería elevar la producción total de la fábrica hasta las 200.000 unidades cuando el modelo esté ya consolidado, según anunció la dirección hace siete meses. Una previsión que, sin embargo, parece improbable.
En la fábrica de Nissan en Barcelona trabajan unas 3.200 personas de plantilla más unas 700 de subcontratas, para servicios como la logística o la limpieza.