Nissan propicia pérdidas de 600 millones en España

El fabricante deteriora activos por valor de 666 millones, por lo que entra en pérdidas y puede justificar el ERE actual con causas económicas

Las protestas contra el cierre de la fábrica de Nissan en Barcelona se repitieron durante semanas en verano. / EFE

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El agujero de Nissan en España es cada vez más profundo. Si la compañía nipona perdió casi 250 millones de euros en el ejercicio 2018/2019, los números rojos ascendieron a más de 600 millones de euros en la campaña 2019/2020, a las puertas de anunciar el cierre de la fábrica de Barcelona. No obstante, las pérdidas llegaron motivadas por un movimiento financiero en la sociedad y no por el funcionamiento real del negocio en España que, a pesar de caer, no es tan dramático como el resultado final del año.

Según explican fuentes financieras a Economía Digital, Nissan Motor Ibérica perdió 607,4 millones de euros en la campaña 2019/2020, cerrada en marzo. La cifra es ostensiblemente superior a los 247,6 millones que se dejó el año anterior, cuando disparó los gastos de personal al provisionar los costes del expediente de regulación de empleo (ERE) presentado a 600 trabajadores de la planta de la Zona Franca (Barcelona) a pesar de haberlo firmado con los sindicatos en junio.

Ahora, la sociedad española realiza un movimiento similar. Con las cifras del negocio ordinario en mano, la temporada se hubiera cerrado con beneficios, pero los dirigentes de la compañía decidieron deteriorar activos por 666,6 millones de euros, por lo que el año finalizó en números rojos. Para comparar: el deterioro del valor de los activos en los dos años anteriores nunca superó los 5 millones de euros.

De este modo, Nissan termina en pérdidas un ejercicio que, de no ser por este movimiento, se hubiera zanjado con ganancias. Visto el montante del deterioro y que la compañía acostumbra a provisionar los gastos con meses de antelación, lo más probable es que ya los 666,6 millones sean la traducción en sus cuentas del cierre de la fábrica de catalana, previsto para el mes de diciembre.

Los ingresos de Nissan se desplomaron casi un 25% en el último año

Además, los números rojos servirán a la automovilística japonesa para justificar el ERE para los 2.525 empleados de las plantas de Zona Franca, Montcada y Sant Andreu con causas económicas.

Pero la atonía de la instalación barcelonesa también supuso un desplome de los ingresos de la filial española. Con el centro funcionando al 20% de su capacidad, la facturación descendió desde los 2.607 millones de euros hasta los 1.963 millones; una reducción de casi el 25%. La firma también notó el descenso de las ventas de automóviles en España, una tendencia generalizada en el sector que se llevó por delante el 17% de sus ventas, que en 2019 bajaron desde las 62.363 unidades hasta las 51.568.

El impacto de la rebaja de la cifra de negocio quedó mitigado, eso sí, con un recorte en los gastos en aprovisionamiento de alrededor de 500 millones de euros hasta dejarlos en alrededor de 1.500 millones de euros.

Más allá de segar el valor en libros de sus activos, Nissan también incluyó una partida de gastos de 11,6 millones de euros por el impacto del coronavirus y otra de 20,2 millones por la reestructuración de la fábrica de Los Corrales de Buelna, en Cantabria.

Nissan y sindicatos se ven las caras

Con el cierre ya descontado en sus cuentas, la empresa tiene prisa en bajar la persiana en Cataluña. El objetivo es alcanzar un acuerdo para el ERE de 2.525 personas antes de las vacaciones veraniegas, algo que a día de hoy parece complicado, pues los sindicatos ni siquiera reconocen la validez de la negociación.

La plantilla denuncia que el procedimiento impulsado por la automovilística no es legal debido a que se solapa con el proceso de consultas europeo. «Desde el comité de empresa rechazamos rotundamente el planteamiento al crearnos una clara indefensión, pues pretende abrir el periodo de consultas local sin haber finalizado el europeo. No disponemos de la información necesaria para defender nuestros centros con todas las garantías», alertaron fuentes sindicales en su día.

Si bien la semana pasada plantaron a la dirección, sí se presentaron al encuentro convocado en la sede del Departament de Treball con la mediación de la Generalitat de Catalunya. Según informó la empresa en un comunicado, ambas partes se reunirán los próximos días 14, 21, 23, 28 y 30 de julio. Fue el único pacto alcanzado después de que el comité de empresa solicitase retirar el ERE. La compañía se negó, por lo que no se espera que descienda la beligerancia en los sucesivos encuentros.

Carles Huguet

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