Nissan aceptaría posponer el cierre de Zona Franca incluso hasta 2022
La automovilística admite que si hay posibilidades de reindustrializar la fábrica está disputa a dialogar "lo que haga falta"
Nissan abrió este martes la puerta a aplazar seis meses el cierre de la fábrica de Barcelona. La compañía se había mostrado inamovible con la clausura en diciembre, pero debido a la huelga que mantiene la plantilla y ante las demandas de la administración ya plantea alargar el periodo de actividad hasta junio de 2021 con la predisposición de extender el plazo incluso hasta 2022.
Alargar la producción hasta la entrada de 2022 fue la petición que el Gobierno realizó a la multinacional para facilitar la búsqueda de un nuevo inversor. Y aunque no admitió abiertamente la posibilidad de posponer el cierre una vez más, el responsable de las operaciones industriales de Nissan Motor Ibérica, Frank Torres, sí aceptó la posibilidad con la boca pequeña: «Estamos dispuestos a hablar y a dialogar sobre lo que haga falta», respondió al ser preguntado por este asunto.
Además, la empresa se comprometió a no realizar despidos hasta el mes de diciembre en otro intento de atemperar los ánimos de los sindicatos, que ni siquiera reconocen el periodo de consultas iniciado para negociar el expediente de regulación de empleo (ERE) propuesto para 2.525 trabajadores.
Los representantes de la plantilla consideran que se vulnera su derecho a la información al solaparse el procedimiento español con el europeo, por lo que se niegan hasta a sentarse con la dirección. «Queremos mostrar nuevamente nuestra voluntad de negociar, pero nunca en el marco de indefensión y amenaza que nos da el ERE presentado», respondió el comité de empresa en un comunicado.
Sellar el ERE es la prioridad número uno para la empresa, que advirtió de que el periodo de negociación termina a finales de julio. «No contemplamos alargar el periodo de consultas, pero si estamos cerca del acuerdo podemos llegar a plantear extenderlo unos días. Más allá de esto no lo podemos asumir», señaló Torres en una comparecencia ante los medios de comunicación. «Es imprescindible llegar a un acuerdo antes del fin del proceso de consultas, fechado para finales de julio», zanjó.
Además de sentarse a negociar, la automovilística exigió a la plantilla abandonar la huelga que secunda desde mayo, tras el cierre por el estado de alarma, y que impide que se produzca tanto en la planta de Zona Franca como en sus satélites de Montcada y Sant Andreu.
Nissan muestra así su voluntad de reactivar la actividad de la fábrica de Zona Franca, detenida desde marzo por la crisis del coronavirus. Los trabajos ya no se reanudaron por la negativa de la plantilla a volver a las instalaciones sin un plan de futuro que jamás llegó.
Más allá de la falta de algunas piezas en fábricas de Renault, la principal preocupación de la automovilística es el pedido de 1.000 unidades de la pick up Clase X que arrastra con Mercedes desde la primavera. Además, la cúpula advirtió a la parte social que un acuerdo para reiniciar la producción «es clave para que la planta sea más atractiva ante posibles proyectos de inversión».
Mantenimiento del Centro Técnico de Nissan
En el encuentro, la cúpula de la empresa también prometió que se sentará en un grupo de trabajo con la Generalitat y el Gobierno para mantener tanto el Centro Técnico de Nissan Europa como el departamento de compras en la capital catalana.
Además, aseguró que tratará de ayudar a sus proveedores a encontrar cargas de trabajo adicional una vez ponga fin a su actividad en Cataluña. «La dirección considera que la mejor manera de ayudarlos es alargar la fecha de cierre y reiniciar la producción», añadió Torres.
Tras la sesión, ambas partes quedaron en volver a verse las caras el próximo jueves 23 de julio. «El diálogo es el camino pero, en el caso de que el proceso no avance, la compañía tendrá que seguir adelante con el calendario previsto de acuerdo al proceso legal en curso», zanjó el directivo.