Ni el influencer Carlos Ríos consigue salvar los resultados de Borges
Pese a que los influencers de comida saludable recomiendan sin cesar la incorporación de frutos secos a la dieta, Borges desploma sus beneficios y ventas
«Es mejor desayunar garbanzos que un vaso de leche con galletas». Si hasta hace pocos años esta frase podría haber sido tomada con disparate, ahora no son pocos los que bajo la premisa del denominado real food abogar por cambiar los hábitos alimenticios volviendo a los ingredientes naturales frente a los procesados. Las nueces son uno de los favoritos, pero la nueva tendencia no se nota en las cuentas de la única cotizada europea dedicada al sector de los frutos secos, la catalana Borges Bain.
El célebre influencer Carlos Ríos, con más de 1 millón de seguidores en Instagram, considera las nueces, los pistachos y las avellanas alimentos imprescindible en su nevera, pero su poder de prescripción no impide que las ventas de la compañía caigan el 9,2%. Si en el ejercicio 2017/2018 la sociedad vendió 47,5 toneladas por 195,3 millones de euros, en la temporada 2018/2019 se tuvo que conformar con una facturación de 177,8 millones por 46,1 toneladas puestas a la venta.
Los beneficios también se redujeron el 34,5%: desde los 3,5 millones de euros cayeron hasta los 2,3 millones de euros. La propia Borges explica en la presentación de resultados anuales los motivos del descenso: “la disminución del precio de la nuez de alrededor de 1 euro el kilo y el año sin cosechar pistacho por una menor producción”.
Además, la propia empresa abre una disyuntiva: o el boom de los frutos secos y la comida saludable no es real o no lo está sabiendo aprovechar. “Los clientes, en general, han limitado sus compras a las necesidades del momento”.
Borges sufre en España, donde suma el 42% de las ventas
A pesar de su eminente carácter internacional, Borges también nota síntomas de su resfriado en España, donde aglutina el 42% de las ventas.
Ante la caída, prolongada durante todo el ejercicio, Borges Bain se desinfla en bolsa tras un fulgurante aterrizaje en julio de 2017, cuando se revalorizó un 182% en apenas ocho días. La poca falta de movimiento en los parqués hizo que la familia Pont –que ostenta el 89%– dividiera las acciones en siete con tal de lograr más fluidez: no funcionó, pues hay jornadas que apenas se negocian títulos.
Pero a pesar de la poca actividad, lejos parecen los días en los que el papel cerraba en positivo. De hecho, la empresa mueve sus acciones a 3,16 euros, prácticamente al mismo nivel en que lo hicieron en su debut en el bolsa –realizando los ajustes derivados de la división de las acciones–.
Y mientras, los influencers de la comida sana no cesan de cantar las bondades de las nueces y el resto de frutos secos: “grandes fuentes de ácidos grasos buenos, ricos en fibra, vitamina E y hasta reducen la mortalidad por cualquier causa –cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias”. Sin embargo, Borges naufraga a la hora de capitalizar el movimiento que Carlos Ríos y compañía promueven.