NH aparca la venta de su negocio inmobiliario en México ante la falta de apetito inversor
La compañía sigue sin dar salida a los negocios de Sotocaribe SL, pese a haber reconocido interés del mercado y alcanzado preacuerdos
Con la crisis del coronavirus sobre el turismo, en el sector se esperaban grandes fusiones y operaciones de envergadura. NH, la hotelera española controlada por la tailandesa Minor, apenas ha movido ficha, pero sí ha reconocido el interés de inversores sobre algunos de sus activos, como los que tiene en México.
Pero las posibilidades de desinversión se habrían enfriado en los últimos meses, como confirman fuentes del mercado a Economía Digital. Reconocen que la venta de Sotocaribe, por la que había mantenido conversaciones para una potencial venta, está encallada. La tipología del activo (parcelas para desarrollo residencial y hotelero) y la falta de apetito en el mercado la están obstaculizando.
La última posición de la compañía sobre estos activos la fijó en enero. En una respuesta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), NH habló de «expectativa de venta probable» y de «consecución». La compañía mantiene el 35,5% de las acciones y comparte el accionariado con otros dos socios: Garantías de Grupo Obratur, S.A. (31,60%) y Grupo Martinon Grumasa, S.L. (32,895%).
Sotocaribe es una compañía domiciliada en España y controladora de parte de los negocios internacionales de NH. Se trata, en esencia, de activos localizados en México a través de las sociedades Cabirol, Propisla e Isla Poniente. La mercantil también mantiene una participación del 50% en el capital social de Fomento Inmobiliario del Caribe.
NH se ha visto obligada a reajustar la valoración del negocio de Sotocaribe
Pero los negocios apenas se han desarrollado. Las únicas pistas del objetivo de NH aparecen en la última memoria de Sotocaribe SL, en la que se refleja que la actividad principal de la sociedad durante2016 y 2015 a través de sus sociedades participadas consistió en el desarrollo del proyecto turístico-inmobiliario Soto Lindo, en el municipio de Isla Mujeres (México). Banc Sabadell y Caixabank actuaron como prestamistas de la operación.
La incertidumbre sobre el futuro de estos terrenos ha llevado a NH a reajustar su valoración. La compañía hotelera considera que su valor en libros es de 40 millones de euros, un 31% menos que la cifra aportada hace aproximadamente ocho años (58 millones de euros).
La herencia de Sotocaribe
Los proyectos de Sotocaribe se desarrollaron hace muchos años. Hasta 2014, la propiedad de estos activos emanaban de Sotogrande, que poseía la urbanización gaditana a la que todavía da nombre y fue a parar a manos de Cerberus.
El fondo de inversión estadounidense con sede en Nueva York se hacía así con una urbanización en Cádiz que contaba con terrenos para el desarrollo inmobiliario, dos hoteles, dos campos de golf y la explotación de servicios deportivos y turísticos.
La desinversión de NH se cerró por aproximadamente 222 millones de euros y fue asesorada por José María Aznar Botella, según publicaron los medios de comunicación. También participaron como asesores KPMG, la firma de abogados Linklaters y el grupo financiero Alantra.
Cerberus vendería tres años después estos activos. Traspasó las acciones de Sotogrande LuxCo, el vehículo luxemburgués que mantenía el control accionarial de la compañía española, al fondo Orion, de quien era socio por aquel entonces.