Así puedes negociar el sueldo en una entrevista de trabajo
Los expertos recomiendan informarse acerca del salario si la compañía no detalla la información en la oferta de empleo
La búsqueda de empleo puede convertirse en un proceso desesperante. Precisamente, las entrevistas de trabajo suele ser uno de los momentos que más estrés y nerviosismo causan a las personas que se encuentran sin empleo. No conocer las preguntas, pronunciar una respuesta incorrecta o quedarse en blanco son algunos de los miedos más frecuentes entre las personas que han de enfrentarse a esta parte del proceso selectivo.
Sin embargo, puede ser que una de las preguntas más incómodas de la entrevista le toque formularla al entrevistado: el sueldo. Te mostramos qué aconsejan los expertos en estos casos.
Formula la pregunta con seguridad
Es preferible formular la pregunta antes de asistir a la entrevista, si la compañía no ha publicado este detalle en su oferta de empleo. Así lo recomienda la psicóloga y fundadora de Brave Starts, Lucy Standing, y el psicólogo en la plataforma de bienestar laboral ifeel, Rafael San Román, en la revista Elle.
Pero, en ningún caso, aconsejan dejarla para el final de la entrevista. «Las empresas deberían publicar el salario», afirma con contundencia Standing y añade: «Si no lo publican, tienes derecho a preguntar». Pues, en caso contrario, se está desaprovechando tanto el tiempo del candidato como el de la empresa interesada en cubrir la vacante.
En cualquier caso, sugieren preguntar el salario con seguridad, sin titubeos. Sin embargo, tampoco es aconsejable pasar al otro extremo y adoptar una actitud amenazante. En este sentido, San Román concreta que se deben evitar los ultimátums y los regateos prematuros, pero también expresiones como «me imagino que esa cifra es negociable» o «ese salario es muy bajo para este puesto».
Mantén una actitud abierta
Asimismo, recomiendan tener una actitud de apertura ante la posible respuesta, puesto que habitualmente el entrevistador suele no tener la potestad de proporcionar una respuesta. «Querrán tiempo para debatir, por lo que, la parte final consiste en fijar un plazo para obtener esa respuesta», destaca Standing.
«Es probable que a lo largo del proceso te pregunten cuánto estás dispuesto a cobrar o cuánto estás cobrando actualmente», destaca San Román para luego añadir: «Ahí hay que decidir cuánta información damos, y ayuda tener alguna respuesta preparada de antemano».
En esta línea, Standing subraya: «Ayuda ser específico, porque dejárselo al entrevistador significa renunciar a parte del control y quedarte con la responsabilidad de juzgar si la cifra que te dan es justa». Por ese motivo, sugiere: «Si tienes una en la cabeza, lo mejor es articularla, pero asegúrate de que puedes justificarla».
En el caso de que la cifra propuesta por el entrevistador no convenza al entrevistado, Standing recomienda la sinceridad. «Al compartir tu punto de vista le das al posible empleador la oportunidad de justificar el salario y parecerá que controlas la situación, en lugar de mostrarte pasivo», manifiesta.
«Un candidato debe tener en cuenta cuánto desea o necesita el puesto, en qué punto del proceso de selección se encuentra, qué recursos tiene en la manga para poder negociar y cómo de grave es que algunas de sus expectativas no se vean cumplidas», zanja San Román.