Naturgy reduce plantilla en 2.000 personas tras el plan de bajas y la venta de Chile
La energética sigue con los ajustes de personal y el número de empleados baja de los 7.500, la mitad que cuando Francisco Reynés llegó a la presidencia
Adelgazar plantilla está al orden del día, en la banca, turismo y otros sectores que, por la crisis Covid o aprovechándose de la misma, han llevado a cabo procesos de salidas masivas de empleados, haciendo así las delicias de los inversores. Naturgy es una de ellas, la que más lo ha hecho en el sector energético español y que, además, no es nueva en esto.
La compañía que preside Francisco Reynés redujo su plantilla en todo el mundo en cerca de 2.000 personas en 2021. En concreto, pasó de 9.335 a 7.366 trabajadores, un 21,1% menos. La reducción no implica que haya despedido o prejubilado a dos millares de personas, sino que hay que tener en cuenta la venta de filiales o unidades de negocio, como es el caso de su eléctrica chilena. Pero una parte sí son salidas colectivas.
Naturgy vendió a finales de 2020 su negocio eléctrico en Chile al fondo chino SGID por 2.570 millones de euros. Esta operación, que se cerró ya el año pasado, supuso la salida de más de 1.400 personas de la compañía. Así lo advierte la energética en el informe anual presentado este viernes, en el que explica la reducción de un 21% de la plantilla por “cambios de perímetro y optimización de plantilla”.
Por optimización se refiere al plan de bajas voluntarias que pactó con los sindicatos. Como adelantó Economía Digital, planteó 1.000 salidas incentivadas y prejubilaciones en España, que quedaron en algo más de 700 tras la negociación con los representantes de la plantilla. La gran mayoría de los empleados que se apuntaron ya habían salido a 31 de diciembre, aunque quedaban algunos pendientes de finalizar proyectos concretos.
Reynés deja la plantilla de Naturgy a la mitad en cuatro años
La reducción de 2021 no es una novedad en Naturgy, aunque sí lo es que llevara a cabo un gran plan de bajas. Hasta entonces, las salidas incentivadas se realizaban en cuentagotas, de forma escalonada y sin el objetivo de llegar a una cifra mínima en un tiempo limitado. Tampoco es novedoso que reduzca perímetro, desprendiéndose de negocios poco rentables.
En la era Reynés, que se inició hace casi cuatro años, la plantilla de la compañía participada por La Caixa, GIP, Rioja e IFM se ha reducido a la mitad. Gas Natural –todavía no había cambiado de nombre– cerró 2017 con más de 15.300 empleados, y si echamos la vista todavía más atrás, en 2015 rozaba por 20.000.
Pero desde la llegada del directivo de origen mallorquín a la presidencia de la energética, su plantilla no ha dejado de adelgazar. Los métodos, los mismo que argumentaba en 2021: “Cambios de perímetro y optimización de plantilla”. Reynés impuso la austeridad en todos los aspectos, no solo con reducción de plantilla, sino también de alquileres –cambio sus sedes en Madrid y Barcelona para ahorrar– y de precios de compra, con renegociaciones de contratos a la baja mientras el precio del gas lo permitió.
En lo laboral, los recortes llegaron pronto y empezaron por la cúpula y el consejo, pero también abrió la puerta de par en par, con buenos incentivos, para todos aquellos interesados en marcharse, por edad o por cualquier otro motivo. Así, cientos de empleados han ido abandonando Naturgy cada año desde 2018.
Respecto a la reducción de perímetro, el presidente de la energética ya dejó claro desde el inicio que iba a haber rotación de activos, pero en realidad, prácticamente toda la rotación ha ido en una sola dirección, la de las ventas. El negocio de Chile es el último, pero antes fueron los de gas de Colombia, el negocio en Egipto y el gas natural vehicular en Francia. También externalizó algunos servicios, como los tecnológicos y call center, con la consiguiente subrogación de plantilla.
Naturgy, con el mercado a favor
Esta estrategia ha contado con la bendición de los inversores, que llevan años apostando por la compañía catalana. En estos cuatro años, su acción ha subido alrededor del 50%, y eso que la llegada de la pandemia de Covid-19, en marzo de 2020, la hundió. Pero no solo se recuperó sino que se situó en récord, y no solo por la opa de IFM, pues tras terminar la misma, ha seguido subiendo.
Tanto ha sido el interés que ha generado que los fondos de inversión han invertido en Naturgy, que ha sido objeto incluso de una lucha de poder con el Gobierno por medio. La opa de IFM desató una pugna por ver quién podía tomar el control. Finalmente, el fracaso del fondo australiano y cierto consenso de los interesados de que era mejor calmar las aguas, ha terminado llevando cierta estabilidad a la empresa.
La cuestión ahora es cuándo solicitará IFM entrar en el consejo de administración de Naturgy. Se espera que lo pida antes de la junta de accionistas, para que esta apruebe el nombramiento de su representante y la ampliación del consejo, si así lo decide el mismo. Pero por ahora no hay noticias del fondo australiano.