Naturgy recorta mil empleos en seis meses
La energética que preside Francisco Reynés intensifica su plan de recortes en el primer semestre, tanto de personal como de estructura
Francisco Reynés tomó las riendas de Naturgy, entonces todavía Gas Natural Fenosa, con el objetivo declarado de adelgazar y modernizar la compañía. Año y medio después, sus planes de recortes se han dejado notar en toda la estructura de la energética, a la que incluso cambió de nombre y de accionistas, y han supuesto el recorte de miles de puestos de trabajo. En solo los últimos seis meses, un millar de empleados de Naturgy han dejado la compañía.
La energética presentó resultados semestrales este miércoles. Las cuentas arrojan un beneficio de 592 millones, con una mejora del ebitda del 8%, en línea con las previsiones. No obstante, los ingresos bajan por las desinversiones y las dificultades del negocio del gas. Naturgy salvó el semestre con una importante reducción de las inversiones y del gasto ordinario.
Todo ello estaba en los planes de Reynés. Desde su aterrizaje, en ningún momento ha amagado, como sí hizo Isidro Fainé, su predecesor, en engordar la Naturgy de los fondos GIP y CVC, que controlan el 40%. Incluso a Criteria (La Caixa), propietaria del 24% de la energética, ya le está bien el camino tomado de priorizar el dividendo. “Generar valor para nuestros accionistas”, así lo definió el presidente ejecutivo de Naturgy hace un año, cuando presentó el plan estratégico.
Para adelgazar la compañía, su mandamás ha puesto a dieta a prácticamente toda la estructura. Si lo hizo con los consejeros y los directivos, estaba claro que le tocaría al resto, y hace más de un año empezaron a salir empleados del grupo en todo el mundo. En los últimos meses no ha aflojado el ritmo y desde enero, ha abandonado la compañía mil personas.
Casi 1.000 empleados han dejado Naturgy en lo que llevamos de año, aunque la empresa no ha tenido que presentar un ERE
Según la información remitida por Naturgy a la CNMV este miércoles, la empresa de origen catalán tenía, a 30 de junio, una plantilla mundial de 11.706 personas. Si se compara con la cifra a cierre de año 2018, 12.700, el descenso es de prácticamente mil empleados. Echando la vista más atrás, a junio del año pasado, en un año han salido de la compañía 2.200 personas, y en la era Reynés unas 3.000.
Como explicó Economía Digital, las salidas se están canalizando mediante pactos entre las partes. La compañía tiene abierta una oferta a la que se pueden acoger todos aquellos empleados del grupo que quieran dejar su puesto de trabajo, por lo que las salidas son voluntarias y en parte prejubilaciones.
Este tipo de bajas son más caras que con un proceso de despidos pero le ahorra el ERE y la conflictividad que ello implica. Naturgy no está obligado a presentar un expediente de regulación porque los despidos se producen en distintos países y con distintas autoridades laborales. Aproximadamente dos tercios de las bajas se producen fuera de España, especialmente en Latinoamérica.
La dieta de Reynés en Naturgy
Francisco Reynés sacó pecho este miércoles ante los inversores de las políticas de eficiencia llevadas a cabo en los últimos 12 meses, en el primer año de vigencia del plan estratégico que construyó para contentar a los fondos que sustituyeron a Repsol en el accionariado de Naturgy. En la conferencia con analistas tras la presentación de resultados, uno de los puntos clave que trató fue justamente el adelgazamiento de la compañía.
El presidente de Naturgy destacó que en el último año, el grupo había vendido sus negocios en Italia, Colombia, Moldavia y Sudáfrica, y también que había traspasado parte de su negocio de redes en España —vendió el 20% a dos fondos— y algunos edificios. En total, estas operaciones le reportaron 2.700 millones de euros.
En el capítulo de estructura interna, explicó que ha reducido de 6 a 3 los niveles directivos y que había simplificado la empresa con la eliminación de hasta 33 filiales en todo el mundo. Todo más simple y con menor carga: gracias a estos recortes, los gastos operativos bajaron de 1.134 millones de euros a solo 972 millones en el primer semestre de 2019.
Reynés ha recortado el consejo de Naturgy, los directivos, inversiones, en sedes y también en plantilla
Los recortes de Naturgy empezaron con la reducción del consejo de administración, empezando por la figura de consejero delegado, que amortizó al proclamarse Reynés como presidente plenipotenciario, sin CEO. Eso sí, el presidente ejecutivo se lo cobró. Luego reformó la cúpula, reduciendo áreas y directivos, lo que aprovechó para formar su núcleo duro.
La tijera también la pasó a nivel inmobiliario. La compañía está en proceso de trasladar sus empleados de Madrid y Barcelona para vender parte de su sede de la capital catalana y optimizar el espacio.
En cuanto a inversiones, Naturgy ya no estaba enfocada a las compras ni grandes operaciones cuando, a principios de julio, la CNMC propuso un recorte de la retribución a la distribución y el transporte de gas y luz. Como una de las compañías más afectadas, y probablemente la más combativa —al menos de cara a la galería—, anunció que cortaba la inversión en redes, y este mismo miércoles Reynés dijo que llegarían a los tribunales si hace falta para parar el hachazo de Competencia.