Naturgy pisa el acelerador para ser más rentable en Latinoamérica
Reynés abordará la mejora de precios en Brasil, México y Panamá, tras lograrlo en Argentina y Chile, para facturar 340 millones más
El camino emprendido por Naturgy para ser más rentable tiene muchas vías. Desde la de las prejubilaciones y recortes de personal a los traslados, pasando por las ventas de activos y también la renegociación de los precios. En este último capítulo, si bien en Europa tiene los deberes hechos, en Latinoamérica le queda trabajo, y está previsto que pueda abordarlo este año. El objetivo sería ingresar 340 millones de euros más al año que hicieran rentable el negocio.
Un informe de Macquaire apunta que este 2019, la energética española negociará mejoras de las tarifas en Brasil y, si tiene ocasión, también en México y Panamá. De hecho, desde su llegada a la presidencia de Naturgy, Francisco Reynés ha logrado incrementos en Argentina y Chile, los otros mercados de la empresa en esa área, mientras que ha salido de Colombia. Fuentes de la compañía declinaron hacer comentarios.
Latinoamerica es una zona bipolar para las energéticas y multinacionales de varios sectores. Ofrece grandes oportunidades porque tiene mercados con mucho potencial de desarrollo pero a su vez es de una gran inseguridad jurídica. Que se lo digan a la propia Naturgy, que sufrió la expropiación de Electricaribe en Colombia. En cualquier caso, genera grandes oportunidades si las tarifas se estabilizan al alza.
Macquaire señala 2019 como el año en el que, dentro de su plan estratégico 2018-2022, Naturgy debe rematar su posición en Latinoamérica. En un informe del 31 de mayo mejora el precio objetivo de la empresa, hasta los 29 euros por acción, en parte por lo que espera que haga en esa área, importante para su negocio mundial. En concreto, prevé que los hombres de Reynés intensificarán su papel de lobby para lograr incrementos de precios y, por tanto, mayores retornos.
Naturgy en Latinoamérica
Naturgy necesita 340 millones extra de ingresos anuales en los mercados latinoamericanos, según el banco de inversión australiano, para ser rentable. “Esta estimación se deriva de un escenario de resultados positivos en todas las revisiones regulatorias”. Concretamente, espera mejoras en Panamá y también en México, aunque será más difícil. Pero donde tendrá más trabajo será en Brasil, mientras en su otro gran mercado del continente, Argentina, así como en Chile, los deberes ya están hechos.
En Brasil es donde Reynés tendrá que poner más esfuerzos. No solo por volumen, también porque la situación se ha complicado. En Río de Janeiro, la revisión regulatoria, que se debía aprobar a finales de 2018, se pospuso por una reclamación precisamente de Naturgy, porque no se valoraba suficientemente la remuneración de algunos activos en funcionamiento. Esto retrasará la actualización de tarifas, pero puede suponer un incremento para la energética catalana. Este negocio supone el 80% del ebitda de Naturgy en el país.
En cuanto a Sao Paulo, que suma el resto del negocio de la compañía en Brasil, el escenario no es positivo. La revisión de tarifas está prevista para 2021, pero la presión de las empresas locales sobre el regulador para que no suba los precios hacen vaticinar un escenario de incrementos moderados. Así está siendo en las revisiones hechas este año en áreas controladas por competidores de Naturgy.
Brasil, con presiones de la industria para que la electricidad no se encarezca, es el gran reto de Naturgy en Latinoamérica
En México, Naturgy tiene también deberes por hacer, si bien Macquaire espera que mejoren los ingresos. El país norteamericano rebajó tarifas este año en vez de subirlas, lo que no es una buena noticia para las comercializadoras. No obstante, el banco de inversión prevé que las distribuidoras puedan salir beneficiadas de ello, lo que sí sería positivo para la empresa española.
Chile y Panamá tienen menos peso, pero también han dado buenas noticias a Reynés —y alguna mala—. El primer de estos dos países publicó un reglamento técnico para mejorar la calidad de los servicios, lo que “garantiza el reconocimiento de todos los gastos de capital”. En Panamá, mientras se han incrementado los ingresos regulados del transporte de energía, en el último año se han congelado las tarifas.