Naturgy pasa la tijera: recorta 400 empleos en lo que va de año
Francisco Reynés mantiene su plan de ajustes pese a que las salidas no han cesado desde principios de año
Francisco Reynés ha cogido velocidad de crucero con el plan de eficiencia de Naturgy. Desde ventas de activos y negocios no estratégicos hasta la optimización de las sedes, pero también otras medidas como los recortes de personal. De manera no traumática, cada día salen empleados de la compañía y, en lo que llevamos de año, más de 400 se han prejubilado o han llegado a un acuerdo para dejar su puesto.
Naturgy inició los recortes en 2018, cuando más de 2.000 empleados en todo el mundo salieron del grupo energético. Para este año, el objetivo era que al menos 400 trabajadores más, sobre todo prejubilados, dejaran la empresa para aligerar su estructura salarial. Según fuentes sindicales, entre enero y mayo ya se ha cumplido ese objetivo.
A cierre del mes de mayo, han causado baja de Naturgy unos 410 empleados. La cifra es aproximada porque se mueve diariamente. La mayoría del recorte es en el negocio internacional, en especial Latinoamérica, mientras que en España son unos 160. Una parte importante son personas cercanas a la edad de jubilación que pactan una prejubilación; el resto se acoge al plan de bajas voluntarias que Naturgy tiene abierto.
Pese a haber cubierto sus expectativas de inicios de año, el grupo participado por Criteria (La Caixa) y los fondos GIP y CVC deja abierta la puerta de salida. No tiene un nuevo objetivo, pero cree que puede aligerar más su estructura, por lo que mantiene la oferta a quienes quieran acogerse a ella. Todo ello sin necesidad de presentar un ERE al ser en varios países y con un gran volumen de prejubilaciones.
Naturgy terminó 2018 con una plantilla mundial de 12.700 personas, después de reducirla en algo más de 2.000. Reynés inició estos recortes después de reestructurar el consejo y la cúpula. Empezó por arriba, reduciendo el consejo de administración, que pasó de 17 a 12 miembros. Fue hace algo más de un año, y unos días más tarde anunció la reducción a cuatro de las áreas de negocio, con la que rebajó la nómina de altos directivos. Aprovechó también para conformar su núcleo duro de ejecutivos.
Reyes ahorrará también el ladrillo
Uno de los grandes ejes del plan estratégico 2018-2022 de Naturgy es la eficiencia, y lo impregna todo. El año pasado vendió negocios no estratégicos como Colombia y Moldavia, después de hacer lo propio en Italia en 2017, cuando Reynés todavía no había aterrizado. Por otro lado, ha anunciado ya traslados de personal en Barcelona y Madrid, con la finalidad de sacar el máximo partido, y rendimiento económico, a sus sedes.
Los planes de la compañía son reubicar 2.200 empleados en las dos grandes ciudades españolas, donde tiene sus principales sedes. En Madrid, el traslado afectará a 1.300 trabajadores que irán de la sede de Avenida San Luis a la de Avenida de América. En Barcelona, ha vendido parte de su emblemática sede en la Plaza del Gas y reubicará a los empleados en el tercer edificio de esa plaza y otro edificio que hasta ahora ocupaba la Generalitat en la Avenida Diagonal.
Con estos movimientos, Naturgy pretende reducir la factura inmobiliaria, pagando menos alquileres, e incluso vender los inmuebles que no vaya a utilizar. Estos cambios podrían seguir en A Coruña y oficinas en otras provincias españolas, y alcanzar hasta 4.000 personas, si bien fuentes cercanas a la compañía aseguraron que todavía no hay planes concretos en otras ciudades.
Más dinero para los accionistas de Naturgy
Las políticas de eficiencia tienen un objetivo, también incluido en el plan estratégico: priorizar la generación de valor para el accionista. O, lo que es lo mismo, maximizar la generación de dividendo. Desde la entrada de Rioja Bidco, el vehículo inversor del fondo CVC y el holding de la familia March, tras la llegada de Reynés, el mandato para el presidente ha sido ese: pocas inversiones inorgánicas, todas las desinversiones necesarias y más dividendo.
De hecho, el plan es ir incrementando el pago a los accionistas cada año hasta 2022. En 2018, pese a las pérdidas contables, pagó 1,3 euros por acción de dividendo, el 30% más que en 2017. Este año se incrementará un 5%, hasta 1,37 euros, por lo que Naturgy destinará a remunerar a sus propietarios el 96% de sus beneficios previstos, un pay out considerado muy alto.