Naturgy y Enagás se suman a un consorcio para producir hidrógeno verde en España
Naturgy, Enagás, Fertiberia y Vestas unen fuerzas para desarrollar un nuevo hidroducto que conectará Aragón con la Comunidad Valenciana
Francisco Reynés, presidente de Naturgy. EFE
El hidrógeno verde se ha convertido en una de las alternativas para producir energía limpia que más peso están cogiendo con los objetivos de transición ecológica marcados por la Unión Europea. Esta apuesta ha llevado ya a buena parte de las empresas españolas del sector a unir fuerzas en un nuevo consorcio liderado por el fondo de inversión Copenhagen Infrastructure Partners.
Naturgy, Enagás, Fertiberia y Vestas son algunos de los nombres propios que se han sumado a la primera fase del denominado Proyecto Catalina. Se trata de una iniciativa para producir y transportar tanto de hidrógeno como de amoníaco verde mediante una red que conectará los recursos naturales de Aragón con los centros de consumo de la costa del Levante.
Los cálculos de los creadores de este nuevo proyecto estiman que permitirá producir el suficiente hidrógeno verde como para cubrir el 30% de la demanda actual de este elemento en todo el país.
La fase inicial de la iniciativa pasa por obtener todos los permisos para construir la infraestructura a finales de 2023. Se trata de una tecnología que canalizará 1,7 gigawatios de energía eólica y solar para producir hasta 40.000 toneladas de hidrógeno verde al año. Después se transportará el combustible por un gran conducto hasta Valencia, donde se producirán 200.000 toneladas de amoníaco verde.
El hidrógeno se integrará en la red de gas natural
Este amoníaco se utilizará como fertilizante en la planta que Fertiberia tiene en Sagunto (Valencia), lo que contribuirá a los retos de descarbonización de los proyectos industriales. Mientras que el hidrógeno se inyectará directamente en la red de gas natural, que ya ha desaparecido de los planes de futuro de las grandes compañías.
Una de las claves del proyecto es que sus desarrolladores han pedido utilizar la conexión a la red de la antigua central térmica de Andorra, en Teruel. Si finalmente se aprueba, puede tener un impacto positivo para el desarrollo socioeconómico de toda la comarca que arrastra las consecuencias de su cierre.
El Proyecto Catalina reducirá hasta un millón de toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera cada año desde su primera fase. Pero cuando esté culminado se espera que el recorte sea de 2,5 millones. Es el equivalente al consumo anual de energía de cerca de dos millones de viviendas.
Paralelamente el proyecto del consorcio permitirá también la creación de 5.000 puestos de trabajo tanto en Aragón como en la Comunidad Valenciana, los dos puntos clave del hidroducto.
