Expectación en Naturgy: Reynés detalla la escisión ante la mirada de IFM y sindicatos

Naturgy afronta una semana decisiva para la compañía. Este martes se celebra la Junta General de Accionistas con todas las miradas puestas en el Proyecto Géminis, el futuro de la compañía ante la escisión y la paz social dentro de la empresa que anda agitada por la incertidumbre de los nuevos proyectos. Aunque también han surgido las dudas sobre el fondo australiano IFM y su posicionamiento dentro de la gasista, puesto que los condicionantes que tuvo que firmar para ejecutar la opa del pasado año ahora pueden suponer una carga.

Sobre el proyecto de escisión, durante las últimas semanas se han generado dudas sobre la formación sobre sus respectivas cúpulas directivas, y el papel que ocupará el actual presidente Francisco Reynés; también han aparecido potenciales rumores sobre futuras ventas de activos una vez que se separen la parte regulada de la comercial; y, de igual manera, en el seno de la plantilla se ha creado incertidumbre sobre cómo les afectará esta situación que, por ahora, solo saben que tardará tiempo en ser detallada.

Fuentes cercanas a los trabajadores explican a ECONOMÍA DIGITAL que han aceptado con resignación las explicaciones dadas por Naturgy sobre los motivos de la escisión. Desde la gasista han argumentado que se trata de un movimiento de pura superviviencia para adaptarse a los nuevos tiempos, pero el seno de la plantilla no entiende muy bien dicha necesidad.

De hecho, los trabajadores han tenido que formar una coordinadora sindical para poder abordar con la mejor perspectiva posible todos los cambios que se avecinan, de los cuales tampoco tienen muchas certezas. Y es que en este último mes el diálogo entre trabajadores y empresa ha sido poco fluido. Todo ello ha desembocado en una manifestación que se llevará a cabo este martes frente a la sede de Naturgy. Y todo ello coincidiendo con la Junta General de Accionistas, una situación que suele ser habitual en las grandes empresas cuando celebran sus juntas.

Por si fuera poco, la escisión de Natutgy ha pillado en plena negociación del nuevo convenio laboral. Un documento que acumula meses de retraso. Por ello, fuentes sindicales explican a este medio que debería crearse, al menos, un acuerdo de mínimo temporal para afrontar todos los cambios que sufrirá la compañía en las próximas semanas.

IFM en la junta de Naturgy

Y a todo este frenesí de novedades se suma el fondo australiano IMF. Llegaron con la mesa puesta del Proyecto Géminis, aunque han dado su conformidad con la escisión de la compañía. Aunque ahora está por ver qué papel tomarán una vez que se lleve a cabo la separación de los negocios. Por el momento no se han pronunciado públicamente sobre algún tipo de movimiento inversor. De hecho, se da la circunstancia de que firmaron una serie de condicionantes para poder lanzar la opa sobre Naturgy que ahora les deja una curiosa situación.

Por ejemplo, en lo relacionado con el empleo, uno de los requisitos es que IFM “apoye el mantenimiento de una parte significativa de la plantilla del grupo en España”. Esta situación hace que deba ser muy conservador en sus planteamientos sobre los potenciales ajustes laborales que prevé la plantilla.

De igual modo, el Ejecutivo español pidió a IFM que rechace cualquier propuesta de desinversión que se presente al consejo de administración o a la junta general de accionistas de la Naturgy que implique que la compañía pierda el control de filiales que puedan poner en riesgo “el buen funcionamiento de las actividades de transporte y distribución de energía y gas natural en España”.

Ahora, con este nuevo escenario, los trabajadores de Naturgy están preocupados de que los órganos directivos decidan seguir troceando la compañía, o, en concreto, que vendan algunas de sus divisiones que puedan ser menos rentables.