Muere el banquero Francisco Luzón, tras años de lucha contra la ELA
El economista fue uno de los artífices de algunos de los hitos del sector bancario de los últimos 30 años como la internacionalización del Banco Santander
El banquero Francisco Luzón ha fallecido este miércoles a los 73 años de edad, después de haber combatido durante el último tramo de su vida contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). El economista había dedicado sus últimos años a poner en marcha una fundación para apoyar la investigación y mejorar la calidad de vida de los pacientes de esta enfermedad neuronal que afecta a 5 de cada 100.000 personas en todo el mundo.
La banca se despide de uno de los hombres que más peso ha tenido en la transformación e internacionalización del sector bancario español de los últimos 30 años. Desde que comenzó su andadura profesional en 1972, ha contado con un amplio recorrido en bancos como el BBVA o el Santander, en una época marcada por las fusiones y la expansión continental.
Luzón dio sus primeros pasos en el Banco de Vizcaya, al que llegó desde un puesto modesto que le permitió ir escalando posiciones con el paso de los años. En 1988 participó activamente en la fusión con el Banco de Bilbao: el germen de lo que acabaría convirtiéndose en el futuro BBVA. Era la primera gran operación bancaria que tendría en su historial.
Su experiencia le permitió dar un cambio de rumbo al final de ese curso para incorporarse al sector público. El entonces ministro de Economía, Carlos Solchaga, le nombro como presidente del Banco Exterior de España. De ahí, dio el salto a la Corporación Bancaria de España, una etapa que culminó con la privatización definitiva de Argentaria.
Luzón asumió la expansión del Santander a Latinoamérica
La llegada al poder del Partido Popular en 1996 devolvió al reputado banquero al sector privado. Luzón se subió al barco del Banco Santander para firmar un nuevo hito en la banca española: expandir una entidad por Latinoamérica.
El banco de Emilio Botín se convirtió durante los siguientes años en una referencia en América Latina, donde estaba presente en una decena de países. La División América se encargó de la absorción de bancos, fondos de pensiones y compañías de seguros. Se firmaron hasta 30 operaciones para aupar al grupo como la primera franquicia bancaria de la región.
En 1999 también formó parte activa de la fusión con el Banco Central Hispano, uno de los movimientos que iría fortaleciendo al grupo hasta ocupar la posición que hoy ostenta en el mapa bancario español.
Sus programas educativos, su presencia en el mundo académico o sus labores como consultoría terminaron de completar el perfil profesional de Luzón que, después de tres décadas al servicio del sector bancario español, decidió invertir sus últimos años en una última gesta: la lucha conta la ELA.