Movistar se acerca (un poco) a los operadores baratos
La compañía crea una tarifa de 20 euros mensuales y elimina la permanencia
Movistar ha dado este miércoles un paso más para acercarse a los operadores baratos que quitan terreno por todos los frentes. La filial de Telefónica anunció una nueva tarifa de 20 euros mensuales para afrontar la dura competencia de los operadores de bajo coste.
La gran novedad de la nueva estrategia comercial es que la empresa dejará de exigir permanencia a sus nuevos clientes y también venderá teléfonos sin bloqueo, es decir, que el usuario podrá usar el terminal con otras compañías si decide el cambio.
Abajo los muros
Con una fuga constante de clientes (ha perdido 3,3 millones de líneas en los últimos dos años), Movistar se ha percatado de que la permanencia ya no es impedimento para la pérdida de usuarios y, por el contrario, puede ser una barrera de entrada.
Por esta razón, la compañía abre las rejas, derriba los muros y ofrecerá servicios 4G a todos sus clientes. También ha lanzado ofertas atractivas como la Liga y la Champions gratis para los clientes de Movistar fusión que contraten Movistar TV (un servicio con 70 canales por 15 euros al mes).
Pero, a pesar del acercamiento, la operadora aún continúa lejos de competidores como Yoigo con tarifas de un céntimo el minuto y 30 euros mensuales por llamadas ilimitadas.
¿Cambio de tendencia?
En la compañía aseguran que el lanzamiento de Movistar Fusión (tarifas integradas de fijo, móvil e Internet desde 35 euros) ha detenido la fuga de clientes. Pero la buena noticia no parece redundar en términos de ingresos. Movistar ha perdido el 50% de la facturación en apenas dos años. La filial de Telefónica ingresaba 480 millones de euros al mes en 2011 en concepto de telefonía móvil y ha pasado a facturar unos 240 millones mensuales a principios de este año, según los datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, CMT.
¿Lograrán las nuevas ofertas más competitivas detener la hemorragia de clientes? El presidente de Teléfonica España, Luis Miguel Gilpérez, no parece demasiado seguro. “Es cierto que teníamos servicios premium que debíamos bajar. La gente nos percibe como una empresa cara. Estamos bajando precios y tenemos margen para hacerlo aún más”, responde el presidente sin mencionar el grave problema de la caída de ingresos.