Miquel Valls lamenta que la Generalitat lleve “10 años sin política industrial”
El presidente de la Cambra pide medidas urgentes para paliar la situación
Los empresarios no pueden más. Al margen de sus propias responsabilidades, de la gestión de sus propias empresas y de la grave situación económica, consideran que la Generalitat lleva mucho tiempo sin tener un claro horizonte en determinados ámbitos de capital importancia. Uno de ellos es la política industrial. El presidente de la Cambra de Comerç, Miquel Valls, considera que “hace 10 años que no hay política industrial en Catalunya”.
Ante esa tesitura, ante la falta de una idea clara sobre cómo se puede ayudar a las empresas industriales, que han sido la base del crecimiento económico de Catalunya, Valls reclama que el Govern de CiU tome “medidas urgentes” para solventar la situación. No se trata únicamente de las grandes empresas, como Nissan o Seat, sino de pequeñas y medianas compañías que languidecen.
No a la subida de impuestos
Valls, en una entrevista-coloquio en la Cadena Cope, ha afirmado que cuando se anunciaron las subidas de impuestos por parte del Govern, tras el acuerdo entre CiU y ERC, la Cambra se mostró en contra. A juicio del presidente de la institución empresarial, esas decisiones sólo lograrán “deprimir” más la actividad económica.
Y la medida que el tejido empresarial aplaudía con mayor convicción, la reestructuración de la administración pública, no se ha cumplido, según Valls. “Toda la reducción de empresas públicas, de agencias, de la administración pública, que desde el inicio del Govern se anunció, no se está llevando a cabo. Esta es la realidad, se suben los impuestos, pero no se reducen los gastos”, ha asegurado Valls este sábado en la Cadena Cope.
Acto reivindicativo
Por todo ello, por la sensación de que el Govern de CiU no ha estado al lado de las empresas productivas, y ha derivado sus problemas hacia otras cuestiones, de carácter identitario, los empresarios han convocado el acto del próximo 14 de febrero, en el que se unirán las distintas patronales.
Valls asegura que no se trata de un toque de atención a nadie, pero es sintomático del hartazgo de los empresarios ante una situación que se va degradando y que está provocando un aumento del paro nunca visto. Se tratará, según Valls, de un acto económico en el que se pondrán de manifiesto “el papel de la empresa en la creación de riqueza” y en la creación de puestos de trabajo, tanto en Catalunya como en el resto de España.
El mensaje, nítido, deberá asumirlo el conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig, que fue muy bien recibido por el conjunto de los actores económicos catalanes cuando se conoció su nombramiento. Pero, hasta ahora, y, al margen de la negociación que ha mantenido con los sindicatos en el conflicto de Nissan, y del poco tiempo que lleva en el cargo, Puig se ha centrado más en defender posiciones soberanistas, con el argumento de que Catalunya dispondría de mayores recursos, como ocurre en el País Vasco y Navarra, gracias al concierto económico.