Los minoritarios de Iberdrola aplazan a 2023 el debate sobre el relevo de Galán
El presidente de Iberdrola esperaba una Junta de Accionistas bastante tensa, aunque finalmente puede resultar ser todo lo contrario
La Junta General de Accionistas de Iberdrola de este viernes 17 de junio será una de las más importantes del año por lo que respecta al Ibex 35. Los frentes judiciales que tiene abiertos el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, plantean una junta tensa y con muchas explicaciones que dar. Pese a todo, no parece que a los accionistas, sean del tamaño que sean, estén preocupado por este asunto.
De hecho, si se cumplen las expectativas que se están generando, la junta promete ser un paseo para Sánchez Galán. El presidente de Iberdrola lo asume, y su principal arma es la gestión de la compañía, que en alguna fase de este año se ha llegado a convertir en el valor con mayor capitalización del Ibex 35.
Si los grandes fondos parecen estar posicionados con la estrategia de manera clara, tal y como cuenta ECONOMÍA DIGITAL esta semana, los accionistas minoritarios representados por Aemec también tienen clara su postura. Explican a este medio que la junta de Iberdrola se debe afrontar con dos visiones muy diferenciadas: una es la evolución de la compañía a lo largo del año pasado, donde casi todo ha sido positivo; y otra cuestión distintas con las que implican a Sánchez Galán con el excomisario José Manuel Villarejo.
En este aspecto señalan desde Aemec que deberá ser en la Junta de 2023 donde se aborde esta cuestión con la posible sentencia que haya en firme. De igual modo, asumen que la presidencia de Sánchez Galán, que concluye el año que viene, deberá ser debatida en esa junta, y no en la de este ejercicio.
Desde Aemec explican a ECONOMÍA DIGITAL que el daño reputacional que se observa en los medios de comunicación no parece tal en el contexto corporativo de la compañía. Insisten en la idea de la buena marcha de la eléctrica, y, lo que más preocupa a los accionistas, el valor, también está en un gran momento.
En cuanto a la cuestión del excomisario, los minoritarios castigarán duramente a su presidente si llegado el momento hay confirmación legal de que existió una relación; pero no quieren hacerlo a priori.
Mantienen que la junta es la gran reunión de los accionistas y donde se deben examinar las cuestiones relativas al negocio. Y en este caso Iberdrola, sobre todo en mercados como Estados Unidos, está teniendo un comportamiento sobresaliente.
Los minoritarios de Iberdrola, contentos
En este contexto, hay otro motivo por el cual los minoritarios de Iberdrola tienen motivos para estar contentos. En la junta, la eléctrica introduce como punto del orden del día, una modificación de los estatutos sociales para incluir el denominado dividendo de involucración.
En particular el artículo 16 de los estatutos establecerá que “el Consejo de Administración adoptará las medidas oportunas para promover la máxima participación de los accionistas en la Junta General de Accionistas, incluyendo, en su caso, el abono de incentivos económicos a la participación (tales como primas de asistencia o el abono de un dividendo de involucración condicionado a la obtención de un determinado quórum de constitución mínimo en la Junta General de Accionistas) con arreglo a una política predefinida y pública”.
Es la primera vez que una empresa del Ibex 35 contempla un mecanismo de tal naturaleza, destinado a fomentar la involucración de los accionistas en la vida social.
Se preveía una junta tensa para Galán, aunque finalmente será todo lo contrario
Desde Aemec valoran muy positivamente este paso adelante y esperan que constituya un referente para otras compañías cotizadas. «Incentivar la participación de los pequeños accionistas en el acto más importante de toda sociedad cotizada como es la junta general, es el camino adecuado para mejorar la comunicación de la compañía con sus accionistas, así como para conseguir una verdadera involucración en el a misma», aseguran desde la organización.
Asimismo, desde Aemec se valora también muy positivamente la puesta a disposición de los accionistas de los distintos canales de participación en la junta (presencial y virtual), así como la ampliación de mecanismos de comunicación y voto al servicio de los accionistas.
Todo ello, según explican, «convierte a la junta de Iberdrola no solo en un espacio adecuado para que el minoritario ejercite plenamente sus derechos, sino también en una recomendable experiencia corporativa«.