Metrovacesa debe 2.600 millones con menos ingresos y activos sobrevalorados
Tras vender sus 'gecinas' y ampliar capital para compensar créditos y reducir deuda,  la inmobiliaria controlada al 58,7% por el Santander solo se agarra a que el ladrillo se recupere
Los grandes bancos españoles (Santander, BBVA, Sabadell y Popular) siguen inmersos en sacar adelante Metrovacesa, la histórica inmobiliaria a la que, en mayo de 2013, excluyeron de cotización bursátil.
Ahora, asumido ya el impacto hace un año de la venta de casi el 27% de Gecina (para lo bueno –menos deuda– y para lo malo –adiós a 80 millones de dividendo anual–), la inmobiliaria sigue presentando algunos nubarrones, con esos 2.600 millones de euros que se adeudan, unos ingresos a la baja (90 millones por rentas y negocio promocional en 2014) y unos activos que, como la propia empresa reconoce, pueden estar sobrevalorados debido a la incertidumbre que sigue existiendo sobre la actividad residencial.
Echenique por Moreno
A nivel accionarial, la alteración derivada de la ampliación de capital de 751 millones de euros por capitalización de créditos, aprobada en la última junta general de accionistas, se ha sustanciado en el cambio de presidente. Rodrigo Echenique, histórico consejero del Santander, sustituyó a Ignacio Moreno, el ‘hombre para todo de BBVA’ que había estado al frente desde que octubre de 2012.
Tras la ampliación, el Santander ha elevado su posición a casi el 59% y el Popular la ha reducido del 12,6% al 7,99%. BBVA y Sabadell, por su parte, asumieron un ligero incremento de su participación, hasta el 19,42% y el 13,83%, respectivamente.
Casi 22 millones perdidos en 2014
En las cuentas correspondientes al pasado ejercicio –depositadas en el Registro Mercantil el pasado mes de mayo– Metrovacesa reconocía unas pérdidas de 21,7 millones en 2014, debido a las provisiones por pérdidas de inversiones inmobiliarias, inmovilizado en curso y existencias, 88,4 millones de aportaciones a sus filiales y 75,6 millones de resultado financiero negativo. Números rojos minorados por los 18 millones de euros de margen bruto aportados por la actividad ordinarias y los 77,4 millones cobrados del último dividendo de Gecina.
Con todo, a 31 de diciembre de 2014, Metrovacesa mantenía pérdida por deterioro por un importe superior a los 215 millones de euros. Lo hacía para adecuar el valor contable de algunos de sus activos al valor de mercado. En este sentido, apunta la inmobiliaria que en 2015 «dada la situación actual mercado residencial, podrían ponerse de manifiesto diferencias significativas entre el valor contable de las existencias y su valor efectivo».
Suelos valorados en cerca de 700 millones
Al finalizar el pasado ejercicio, la inmobiliaria controlada por el Banco Santander cuantificaba sus existencias por un valor contable de 943 millones de euros. En su mayoría, terrenos y suelos valorados en 661 millones, cuyo desarrollo se sigue antojando harto complicado. El resto de las existencias se desglosaba en 20 millones de obras en curso, casi 12 millones en edificios construidos y los restantes 11 como anticipos a proveedores.
Desde el punto de vista financiero, lo primero que hizo Metrovacesa al iniciar 2015, y para paliar de algún modo esos 49,1 millones de euros de fondo de maniobra negativo, tras clasificar como pasivo corriente determinada deuda financiera, fue reestructurar la deuda sindicada ligada al tramo B, la ligada al negocio no recurrente de suelo y promociones residenciales.
Quita y nuevo sindicado
La operación, llevada a cabo el pasado 20 de enero, consistió en cancelar anticipadamente 651 millones de deuda de ese tramo (incluyendo interés de capitalización). Lo hizo aplicando una quita de más de 156 millones y formalizando un nuevo préstamo por casi 495 millones de euros.
O sea, un préstamo por otro –menos lesivo por la quita–, cuyo vencimiento se ha fijado para junio de 2018. Tres años antes que el anterior, sin garantía de activos inmobiliarios y con la posibilidad de su conversión a capital como el anterior préstamo.
Tras la venta de la participación de Gecina por un precio inferior a la deuda que arrastraba esa inversión, quedó una deuda de 214 millones de euros incluida dentro del tramo sindicado A, que incluye una prórroga de la fecha de vencimiento hasta el 30 de junio de 2017, con un interés de Euribor más 5,5% de diferencial.
Resto de deuda
Además de los algo más de 710 millones de euros de deuda sindicada, Metrovacesa debe a sus acreedores –en parte, los propios accionistas– unos 1.870 millones más. En su mayoría, 1.650 millones, procedentes de préstamos hipotecarios sobre su inmovilizado. Otros 100 de préstamos y pólizas de crédito, 70 de instrumentos de cobertura y unos 55 millones de préstamos por hipotecas sobre sus existencias.
En cuanto a la liquidez, Metrovacesa contaba a finales de 2014 con una tesorería de 21,2 millones de euros, más una línea de crédito de casi 8,5 millones. Un total de casi 28 millones que, junto a la generación de caja por las rentas generadas por sus activos patrimoniales, se consideran suficientes para hacer frente a los gastos financieros, que en 2014 se elevaron a casi 270 millones de euros.
No obstante, la inmobiliaria ahora presidida por Rodrigo Echenique reconoce que, en caso de existir tensiones de tesorería no previstas, se pondría en marcha la venta de activos, tanto patrimoniales como residenciales, además de llevar a cabo medidas temporales de gestión, como la elección de pago de intereses.