Merlin, el Port de Barcelona y Mecalux se suman a la puja por la reindustrialización de Nissan
Cilsa, la participada de la inmobiliaria y el Port de Barcelona, se ha mostrado interesada en presentarse a la adjudicación de los terrenos de la Zona Franca
Nuevos candidatos en la puja por los antiguos terrenos de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Según explican fuentes conocedoras del proceso a Economía Digital, Cilsa, la participada de Merlin y el Port de Barcelona que ya opera en el polígono industrial barcelonés, ha estado pidiendo información al Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), el propietario de los terrenos, para presentarse al concurso de la mano de Mecalux.
La inmobiliaria habría escogido como el proyecto industrial que debe incluir su propuesta para la reindustrialización de la fábrica a la compañía catalana de soluciones de almacenaje, según apuntan estas fuentes. Concretamente, Mecalux se encarga del diseño, la fabricación, la comercialización y la prestación de servicios relacionados con las estanterías metálicas y los almacenes automáticos, entre otros.
Ambas empresas ya se empezaron a postular como candidatas a la puja por los terrenos a principios de año. Por un lado, Damià Calvet, el presidente de El Port, indicó en una entrevista en el diario Expansión que Cilsa podría contribuir a la logística externa del proyecto o asumir la totalidad de Nissan en la Zona Franca. Su propuesta supondría aun inversión de 800 millones que combinaría un centro de datos y una solución logística mixta de almacenamiento y cross-docking, además de la actividad industrial.
Por su lado, la empresa con sede en Cornellá de Llobregat (Barcelona), se ha presentado en alguna reunión de la comisión de reindustrialización de Nissan, que decidió estudiar su proyecto industrial. Por ahora, Mecalux no se ha pronunciado públicamente sobre su proyecto para la Zona Franca.
Después que el CZFB y la mesa de reindustrialización prorrogaran el plazo para presentar propuesta, la participada de Merlin y el fabricante de sistemas tienen hasta el 16 de octubre para ultimar la documentación y hacer efectiva su propuesta. De recibir la adjudicación, Cilsa tendría la potestad de decidir qué actividades ocuparan los más de 400.000 metros cuadrados disponibles en los terrenos de Nissan.
Los pliegues del concurso dividen esta superficie en diferentes parcelas, que atribuyen unos 309.737 metros cuadrados para uso industrial y 108.765 más al uso logístico. En este sentido, este verano las grandes inmobiliarias criticaron el limitado espacio destinado a la actividad logística, por lo general más lucrativa.
Aun así, los pliegues del concurso están redactados con el fin de dar prioridad a un proyecto industrial, dado que adjudicará 60 de los 100 puntos atendiendo a factores de esta índole. La fabricación de coches es la actividad más bien valorada, seguido de proyectos de movilidad eléctrica, de inversión y aquellos relacionados con la sostenibilidad y la transición energética.
Goodman y el D-hub, su principal contrincante
El otro gran postulante a ocupar estas parcelas de la Zona Franca es el D-hub. Presente casi desde la creación de la mesa de reindustrialización, el consorcio de empresas encabezado por QEV y BTech se ha aliado con el gigante inmobiliario Goodman para presentarse al concurso público. De ganar el proceso, ambas empresas esperan fabricar unos 100.000 vehículos eléctricos de diferentes tipos pasados tres años desde que se instalen en las naves de Nissan. Para ello, esperan absorber a unos 1.000 empleados de la automovilística nipona.
Mientras, Silence, que se prepara para ensamblar un vehículo eléctrico de dos plazas, y el centro técnico de Nissan, donde desarrolla tareas de I+D+i, ocupan des del mes de julio unos 100.000 metros cuadrados de los terrenos de la Zona Franca. El adjudicatario final tendrá que convivir con ambas empresas, hasta el punto de tener que suministrarles algunos servicios básicos.