Merlin prevé un final de año complicado en el negocio de oficinas por el temor a la recesión
La situación económica impactará de manera fundamental en el sector inmobiliario, aunque no en todos los segmentos por igual
Las grandes empresas del Ibex 35 contienen la respiración. Tras un primer semestre de 2022 marcado por la inflación y las tensiones derivadas de la crisis energética; en la segunda parte del año la incertidumbre macroeconómica es creciente. Así lo perciben desde la socimi Merlin Properties, que estima una ralentización en su negocio de oficinas debido a los temores de recesión.
Así lo han expresado en una reciente conferencia con analistas, donde la inmobiliaria ha explicado que, tras una gran primera parte del año, las expectativas para los próximos meses no son tan esperanzadoras. En concreto, el CEO de Merlin, Ismael Clemente, manifestaba en la conversación con los analistas que pese al potencial interés que hay en el segmento de oficinas, los temores a una recesión pueden marcar el sector.
Explicaba la cabeza visible de la socimi que durante la primera mitad del año ha existido una gran demanda de negocio en los edificios con valores de entre 20 M€ y 50 M€. Asimismo, explicaba que gran parte de los movimientos en el negocio de oficinas se han debido a la inflación y los movimientos que eso provoca a nivel inversor.
Lo curioso de la situación, es que estos temores por una potencial recesión no afectan a todos los segmentos de negocio por igual. En el caso de la logística, el CEO de Merlin asume que la demanda seguirá siendo muy fuerte en lo que resta de año. De hecho, vaticina que seguirá siendo uno de los activos preferidos de los grandes inversores. Incluso, confesaba ante los analistas que los fondos interesados lo hacen en todo tipo de operaciones, bien sea con compras parciales de carteras o en solitario.
Algo similar sucede con el negocio de centros comerciales, donde Ismael Clemente también explicaba que hay un sólido interés en este tipo de activos, y explica que dentro del mercado hay una gran voracidad por lo movimientos corporativos. Por lo que respecta a la propia Merlin, asegura que su rendimiento económico con este tipo de activos ha subido en los últimos trimestres.
Unos meses sólidos
Por lo que respecta al desempeño financiero de Merlin en la primera parte del año, la socimi ha cerrado el primer semestre de 2022 con unos ingresos totales de 226 millones de euros (incluyendo rentas brutas de 222 M€), un Ebitda de 165 M€, un beneficio operativo de 157 M€ (34 céntimos por acción) y un beneficio contable de 491 M€.
Asimismo, el valor bruto de los activos (GAV) se sitúa en 11.390 millones con un ligero crecimiento en términos comparables LfL (+1,2%), impulsado principalmente por la logística (+3,6%). El valor neto de los activos asciende a 8.035 M€ (17,10€ por acción), con un incremento del 10,0% respecto al primer semestre del año 2021.
Por lo que respecta a la venta de la cartera de BBVA, la socimi reduce considerablemente el nivel de apalancamiento hasta situarse en 27,4% (30,4% PF post dividendo extraordinario), tras el repago de 2.068 M€ de deuda bruta entre los que se encuentran 670 M€ del préstamo hipotecario de la cartera de BBVA, 850 M€ de deuda sindicada y 548 m€ de la cancelación del bono de 2022.
Asimismo, el 100% de la deuda es a tipo fijo, el 98% de la misma es sin garantía hipotecaria y la compañía tiene una posición de liquidez de 1.773 M€. Adicionalmente, el 100% de los bonos emitidos se han convertido en bonos verdes. Esta situación financiera permite capear tiempos convulsos con relativa tranquilidad.