Mercès se queda el grupo Semon
La decisión del juzgado que instruye la liquidación de la compañía se conocerá en las próximas semanas; fuentes judiciales apuntan que Mercès ha ofrecido dos millones por la cadena de restauración de lujo
El grupo Mercès será el que, con toda probabilidad, se imponga en la puja por la cadena de restauración de lujo Semon. Una empresa que en los últimos años pasó de tocar el cielo gourmet a caer en un pozo denominado fase de liquidación.
La compañía, que presentó concurso de acreedores en octubre, tiró, definitivamente, la toalla un mes después y dejó en manos de la justicia la búsqueda de un comprador que devolviera la exclusividad al grupo.
Sostres seguirá en la gestión
Desde entonces, el juzgado de lo mercantil número 6 de Barcelona, encabezado por Francisco Javier Fernández Álvarez, llevaba el proceso de liquidación de la histórica empresa de restauración. Un proceso que, previsiblemente, llegará a su final en las próximas dos semanas. La encargada de avanzar la inminente resolución es María Sostres, nieta de la propietaria María Vidal y, desde 2013, al frente de la empresa.
«Sé que Mercès es la candidata número uno», explica a Economía Digital Sostres. La empresaria reconoce que pasar a manos del también grupo gastronómico catalán sería la mejor decisión. «Ella (Mercè Solernou) cuenta conmigo para la gestión, y no habrá ningún cambio», puntualiza.
Volver a los orígenes de la histórica compañía
Con la entrada del grupo Mercès, Semon no sólo respiraría más tranquila dentro y fuera de los fogones, sino que, además, podría dar un lavado de imagen a una cadena que refleja en sus paredes la delicada situación financiera.
Otro tema será el efecto que tendrá la llegada del nuevo propietario en la plantilla actual. Sostres reconoce que Mercès podría no contar con todos los empleados, sino que «se quedará con el alma de Semon» para volver a los orígenes.
Según fuentes judiciales conocedoras del caso, el futuro dueño desembolsará unos dos millones de euros por la adquisición.
Deuda de 3,3 millones de euros
En octubre, cuando el grupo de restauración reconoció su insolvencia, llevó a los juzgados unos libros con una deuda de 3,3 millones de euros. Las sociedades del grupo gourmet que quebraron fueron el establecimiento de la calle Ganduixer, el restaurante Semon 9 –junto a la tienda—y el negocio de catering con cocinas en Mercabarna. Precisamente, la parte del negocio que más quebraderos de cabeza le generó a la familia propietaria.