Mercedes Vitoria suma tres semanas con la persiana bajada por la falta de microchips
La fábrica ya acumula 27 jornadas cerrada por la crisis de los semiconductores. La instalación produce unos 3.600 vehículos semanales
Alejada de los grandes focos, la planta de Mercedes-Benz en Vitoria deberá estar tres semanas cerrada por la falta de microchips. La instalación vasca sufre la crisis de los semiconductores del mismo modo que el resto de la industria, pero el impacto de la escasez es mayor que en muchas de las fábricas competidoras: en 2021 alcanzará, hasta el momento, las 27 jornadas sin actividad.
La fábrica vitoriana entra ahora en su segunda semana sin actividad; un parón que se completará la próxima semana. Con la operativa diseñada a tres turnos de lunes a viernes, cada semana sin funcionar el centro deja de sacar a la carretera alrededor de 3.600 furgonetas.
Aunque la planificación varia prácticamente cada semana, la estimación actual es que la planta reabra sus puertas el próximo 20 de septiembre. La confirmación no llegará hasta mediados de la semana siguiente y dependerá de los suministros procedentes de países a los que ahora golpea con dureza el coronavirus, como Vietnam y Malasia.
Los 5.000 trabajadores de Mercedes, afectados
Así, la producción del centro vitoriano queda a expensas de la disponibilidad de piezas.
Ante tal incertidumbre, Mercedes tuvo que presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de 30 días hasta el próximo 31 de diciembre, una vez se terminaron los mecanismos de flexibilidad contemplados en el convenio colectivo. El ERTE afecta a casi los 5.000 trabajadores de la planta.
Además, la inactividad golpea también a la red de proveedores ubicados alrededor de la fábrica. Aproximadamente 600 fabricantes de componentes y firmas de servicios tuvieron que presentar ERTEs y diferentes ajustes laborales, afectando a prácticamente 40.000 personas.